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Dos universitarios crearon ‘Slite’, un juego que facilita el aprendizaje del lenguaje de señas de Bolivia, que usa la inteligencia artificial sin la necesidad de una conexión externa y que busca sustituir a las hojas impresas con las que habitualmente se enseña.

El nombre de la aplicación toma las iniciales del lenguaje de señas (SL) o ‘signal language’ en inglés y el término ‘lite’ para designar la facilidad que tiene para usarse en distintos soportes como en una computadora o un teléfono móvil, indicaron a EFE sus creadores Jean Franco Choque y José Miguel Velarde.

Ambos son estudiantes de último año de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo en El Alto, y la creación del juego surgió como parte de una actividad semestral en la que se seleccionan los mejores proyectos sociales que después se exhiben en una feria.

Lógica del juego
‘Slite’ opera con la captura de las manos del usuario y hace una representación artificial de sus movimientos, que posteriormente son contrastados con las formas correctas del alfabeto dactilológico boliviano en la computadora.

El juego asigna una cantidad de letras que deben representarse con las manos un tiempo establecido, 120 segundos si se intenta con el nivel más sencillo y 70 segundos en caso de que se busque tener una destreza mayor.

La aplicación tiene evaluaciones “mediante la inteligencia artificial” que se hacen “replicando los gestos correctos frente a la cámara y la computadora”, explicó Choque.

El joven también indicó que la proyección de esta creación es subir la dificultad incorporando “gestos combinados” de forma que se incluyan ejercicios con oraciones complejas y largas, por lo que será necesario que la aplicación sufra cambios.

El requisito para la utilización ‘Slite’ es que quien desee utilizarlo se someta a una evaluación o a una clase rápida sobre el lenguaje de señas, algo que puede demorar simplemente un par de horas para después aprovechar los desafíos que ofrece el juego, agregó.

Aporte social
“Este juego trata de enseñar el lenguaje de señas boliviano jugando, que es una forma de retener mejor lo que se aprende”, además de que es una forma de “incluir” a las personas sordas o con dificultades de habla, dijo José Miguel Velarde.

‘Slite’ es apto para que “diferentes personas aprendan el lenguaje de señas”, señaló Velarde, por lo que una herramienta así podría incluirse sin ningún problema en el sistema de educación regular y especial sin ningún problema.

Marco Antonio Soto, profesor de Jean Franco y José Miguel, sostuvo que el “aporte” de la aplicación está en ser una alternativa a hojas impresas del alfabeto que actualmente son el “único medio” para la enseñanza del lenguaje de señas.

Los dos universitarios y su docente difundieron ‘Slite’ en algunas escuelas en El Alto, en donde despertó la curiosidad de varios estudiantes, por lo que creen que puede ser una herramienta enfocada principalmente para el aprendizaje de niños y adolescentes.

‘Slite’ puede fusionarse con otros proyectos que tengan el mismo objetivo para dar origen a uno nuevo y que enriquezca las posibilidades de enseñanza del lenguaje de señas boliviano, afirmó el docente.

Según la Federación Mundial de Sordos, a nivel global existen alrededor de 70 millones de personas con esa discapacidad, mientras que los distintos colectivos utilizan 300 variantes del lenguaje de señas.

Este tipo de comunicación está relacionado a los diferentes sistemas culturales, puesto que varía y evoluciona según la práctica de las diferentes comunidades, por lo que en Bolivia se hace referencia al lenguaje de señas boliviano.

En Bolivia existen más de 50.000 personas sordas o con dificultades de habla, según los datos de la Federación Boliviana de Sordos (Febos).