Elon Musk declaró en la red social X que el primer paciente humano recibió un implante cerebral desarrollado por su empresa Neuralink. El producto también tiene ahora un nombre: Telepathy.
Tras años de retrasos, Neuralink empezó a reclutar pacientes para un ensayo clínico en otoño, después de recibir la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU y del comité ético de un hospital. La compañía está desarrollando un dispositivo del tipo interfaz cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés).
Neuralink probará implantes cerebrales
Musk afirmó que el objetivo final de Neuralink es “lograr una simbiosis con la inteligencia artificial”, pero por ahora empieza con un objetivo mucho más modesto: permitir que personas con parálisis controlen un cursor o un teclado a través de la mente, es decir, de los pensamientos. En un folleto sobre el estudio, Neuralink explica que busca participantes con tetraplejia, parálisis de las cuatro extremidades, provocada por una lesión de la médula espinal cervical, o con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y que tengan como mínimo 22 años. Prevé que el estudio tardará seis años en completarse.
En su folleto, la empresa manifiesta que empleará un robot quirúrgico que ella misma desarrolló para colocar el implante en una región del cerebro que controla la intención de movimiento. Una vez implantado, el dispositivo, del tamaño de una moneda, registra y transmite señales cerebrales de forma inalámbrica a una aplicación que las descodifica.
En su post, Musk añadió que el paciente se estaba “recuperando bien” y que “los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales”. Pero quizá pasen meses antes de que sepamos si este es capaz de utilizar con éxito el implante para controlar una computadora u otro dispositivo. La persona deberá recuperarse de la operación, pero capacitar a alguien para utilizar una BCI requiere varias semanas.
El paciente de Neuralink no es el único que ha recibido una BCI. Unas docenas de personas en todo el mundo han sido equipadas con estos dispositivos como parte de estudios de investigación. El primero de ellos fue Matt Nagle, en 2004. A lo largo de los años, estos sistemas han permitido a gente con parálisis jugar videojuegos, mover brazos robóticos y escribir emails usando únicamente sus pensamientos.
Hasta hace poco, las BCI se utilizaban sobre todo en laboratorios académicos. Requerían aparatosos ajustes con cables gruesos que las volvían poco prácticas para su uso doméstico. El sistema de Neuralink está diseñado para ser inalámbrico y registra la actividad neuronal a través de más de 1,000 electrodos distribuidos en 64 hilos, cada uno más fino que un cabello humano. El dispositivo más común empleado en la investigación de la BCI, la configuración de Utah, graba a partir de los 100 electrodos.
Ensayos con humanos
La compañía también se ha visto rodeada de polémica, sobre todo en torno al trato que da a los animales de investigación. En septiembre, un reportaje de WIRED detalló cómo algunos de sus monos murieron a consecuencia de las pruebas de sus implantes cerebrales. Al parecer, la empresa se enfrenta a una investigación federal relacionada con ello. Y este mes, un informe de Reuters reveló que Neuralink había sido multada por infringir las normas del Departamento de Transporte de EE UU relativas al desplazamiento de materiales peligrosos.
Desde la fundación de Neuralink en 2016, ha surgido un grupo de compañías que buscan comercializar estos sistemas. Un competidor, Synchron, con sede en Nueva York, no solo se ha adelantado a Neuralink en la implantación de su BCI en personas, sino que demostró que su dispositivo es seguro y permite a los pacientes con parálisis navegar por internet y realizar compras y operaciones bancarias online mientras están en casa.
Neuralink no ha especificado dónde tendrá lugar el ensayo ni cuántos pacientes se incluirán. La compañía creó un registro de pacientes para que los posibles candidatos sepan si reúnen los requisitos para someterse al estudio. Pero no se ha inscrito en ClinicalTrials.gov, una base de datos central con información sobre estudios clínicos financiados o patrocinados por la industria y organismos gubernamentales.
Por el momento, los únicos detalles disponibles sobre la operación Neuralink proceden de un único tuit de Musk. Aunque quizá no mueva la aguja en la fusión de humanos con la inteligencia artificial, representaría un hito crítico para un dispositivo prometedor, reseñó Wired.