En noviembre del año pasado, un rincón de internet se volvió más verde gracias a una operación geotérmica pionera en el desierto del norte de Nevada. El Proyecto Red, desarrollado por la empresa Fervo, empezó a inyectar electrones en una red local que incluye centros de datos gestionados por Google. La empresa de búsquedas invirtió en el proyecto hace dos años como parte de sus esfuerzos para que todos sus centros de datos funcionen con energía verde las 24 horas del día.
El Proyecto Red es pequeño, produce entre 2 y 3 megavatios de energía, o lo suficiente para abastecer a unos cuantos miles de hogares, pero es una demostración crucial de un nuevo enfoque de la energía geotérmica que podría permitir el aprovechamiento del calor natural de la Tierra en cualquier parte del mundo, reseñó el portal web Wired.
La energía geotérmica podría ayudar a Google con un reto al que se enfrentan todas las empresas tecnológicas que intentan reducir el impacto de los centros de datos que consumen mucha energía. La energía eólica y la solar alimentan actualmente vastos sectores de la computación en nube que hay detrás de los servicios y aplicaciones de internet, pero como el viento y el sol no siempre están disponibles, el flujo de energía que se deriva de ellos tampoco lo está.
En los últimos años, Google ha comprado suficiente energía renovable para cubrir el consumo anual de sus operaciones de datos, pero a cualquier hora del día y en cualquier red, la electricidad que llega a un centro de datos puede tener que proceder de una fuente más sucia. La empresa trabaja ahora en un objetivo más ambicioso para 2030: garantizar energía limpia las 24 horas del día los 7 días de la semana, en las redes locales donde se ubican sus centros de datos. La energía geotérmica es una de las principales candidatas para hacerlo posible. “Hay un grupo muy pequeño de opciones en cuanto a tecnologías que podríamos ampliar”, explica Michael Terrell, director sénior de clima y energía de Google.
La empresa ha explorado otras opciones, como nuevos tipos de reactores nucleares a pequeña escala o combustible de hidrógeno producido con electricidad renovable, pero es probable que se tarde más en desarrollarlas. “De la próxima serie de tecnologías, después de la eólica, la solar y el almacenamiento de iones de litio, esta es la primera que ya está ahí fuera suministrando electrones”, comenta Terrell sobre la nueva planta geotérmica de Nevada. Con una potencia de unos pocos megavatios, está muy lejos de suministrar los cientos que podría necesitar un centro de datos típico, pero Terrell considera que el concepto está probado.