Los hongos podrían ser una herramienta efectiva para biodegradar microplásticos en el ambiente, un grupo de científicos de la Dirección de Energía y Ambiente de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), adscrito al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt).
Por tal motivo, desarrollan el “Estudio del potencial de conversión enzimática por hongos en la biodegradación de microplásticos: polietileno tereftalato (PET), polietileno expandido (PS) y polietileno de baja densidad (PEBD) en procesos a escala de reactores”.
En ese sentido, la profesional de la Investigación, MSc. en Química, Meralys González, comentó «es importante un proceso de biorremediación ambiental que permita remover este tipo de contaminantes tan perjudiciales y difíciles de eliminar”.
Agregó que actualmente cuentan con un cepario de hongos con alto potencial biotecnológicos para adelantar diversas investigaciones, en especial, la relativa a los microplásticos, ya que “los hongos con su maquinaria enzimática son capaces de degradarlos y en un futuro buscamos poder aplicar esta tecnología para mejorar la calidad ambiental”.
Diversos estudios demuestran que los microplásticos pueden ser aspirados, absorbidos o ingeridos y terminar alojándose dentro del cuerpo humano y animal (tejidos y fluidos, tales como la leche materna), ya que los mismos no se biodegradan con el paso del tiempo.
Vale destacar que la especialista González cuenta con más de 15 años de experiencia en el área de investigación sobre el potencial de la biotecnología en tratamiento de muestras ambientales y su uso en el mejoramiento de las propiedades de crudos y sus derivados.
“Estamos en la fase inicial del proyecto, pero contamos con importantes resultados preliminares producto de la evaluación del efecto de algunas enzimas que han logrado degradar algunos plásticos. Confiamos que vamos a tener excelentes resultados en nuestros estudios”, sentenció.
Agentes contaminantes
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), los microplásticos (menos de 5 mm de diámetro, pueden ser fabricados para uso industrial o generarse producto del deterioro de desechos plásticos más grandes, bien sea de uso doméstico o industriales.
Estas pequeñas piezas de plásticos pueden permanecer por años en el ambiente y su concentración afecta a diversas especies, entre ellas peces, aves marinas, tiburones, ballenas, entre otros mamíferos acuáticos.
Asimismo, entre las principales fuentes generadoras de microplásticos destacan las plantas de tratamiento de aguas residuales, botellas plásticas, productos cosméticos, cauchos de vehículos usados, ropa, artículos de pesca; los cuales por causas que son investigadas aún, pueden terminar siendo alojados en el cuerpo humano o de los animales.