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El expresidente de Bolivia, Evo Morales, habla en un mitin en El Alto, 10 de noviembre de 2019. 

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, asevera que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, no es sino un “agente golpista imperialista”.

En un mensaje emitido el miércoles en su cuenta en Facebook, el líder del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) arremetió una vez más contra el titular de la Organización de Estados Americanos (OEA) por estar detrás del golpe de Estado de 2019 en Bolivia, apoyar la formación de un gobierno de facto presidido por la expresidenta interina Jeanine Áñez, y ahora declarar que él no reconoció “ni siquiera” la constitucionalidad de la entonces senadora.

Luego de admitir las masacres, Almagro confiesa que no reconoció la constitucionalidad del gobierno de facto de Jeanine Áñez que él promovió. La OEA necesita un secretario general y no un agente golpista imperialista. Nunca más golpes en Bolivia ni en Latinoamérica”, criticó.

Las denuncias de Morales se produjeron en el mismo día que en una reunión virtual extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, autoridades bolivianas acusaron a Almagro de excederse en sus funciones y agredir la soberanía de Bolivia en violación de las normas de esa organización y de los principios internacionales de no intervención.

Bolivia denuncia nueva “grosera injerencia” de OEA y Almagro | HISPANTV

Bolivia denuncia nueva “grosera injerencia” de OEA y Almagro | HISPANTV

El Gobierno de Bolivia denuncia la injerencia del secretario general de la OEA, Luis Almagro, en sus asuntos internos y cuestiona la vigencia de este organismo.

 

El dirigente indígena ha culpado a Almagro de ser parte del golpe de Estado que le obligó a renunciar en noviembre de 2019, pese a haber sido reelegido en los comicios de octubre del mismo año.

Tras la publicación de un informe en base a una auditoria preliminar, la OEA invalidó los resultados de dichos comicios, lo que fue seguido por una escalada de movilizaciones en contra y a favor de Morales, que varias veces terminaron en violencia.

El retorno al poder del Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones del pasado octubre en Bolivia —de las que salió presidente Luis Arce— ha aumentado las críticas contra el organismo regional y su papel en el golpe de Estado de 2019.