A pesar que la mayoría de las encuestas ofrecen un amplio margen al candidato Andrés Arauz todavía no está claro, si esa victoria seria en la primera vuelta; de no ser así, el escenario estaría un poco más difícil para la fuerzas progresistas.
El próximo mes en la Región, le toca el turno electoral a Ecuador que tiene programado para el próximo 7 de febrero comicios generales que permitirán “reiniciar” el país con un nuevo presidente y vicepresidente; a la par, se realizaran las elecciones legislativas para elegir los representantes al Parlamento Andino y los Asambleístas que ejercerán durante periodo 2021-2024.
Este proceso se da en el marco de la pandemia que ha agravado la crisis económica sufrida desde el año 2017, después del viraje hacia el neoliberalismo, por parte del presidente Lenin Moreno, al traicionar las políticas impulsadas por la Revolución Ciudadana y el acoso y hostigamiento a su líder histórico Rafael Correa.
De las dieciséis formulas partidarias que se están disputando el cargo a la presidencia de la República, existen tres que tienen mayores posibilidades: En primer lugar, el binomio progresista Andrés Arauz y Carlos Rabascall, posicionados ganadores en más de 19 encuestas de opinión por encima del 37% y con un promedio de 8 puntos por encima del banquero derechista Guillermo Lasso que ostenta el segundo lugar, con una media de 19,15%, mientras que en tercer lugar se encuentra el denominado dirigente indígena Yaku Pérez, que mantiene un promedio a un 13,59%, que lo aleja de participar en un posible escenario de segunda vuelta.
A pesar que la mayoría de las encuestas ofrecen un amplio margen al candidato Andrés Arauz todavía no está claro, si esa victoria seria en la primera vuelta; de no ser así, el escenario estaría un poco más difícil para la fuerzas progresistas que chocarían en una segunda vuelta a la oligarquía ecuatoriana, esta última, cerrando fila con el banquero para evitar a toda costa que el correismo vuelva al poder.
El manejo discursivo de la derecha ecuatoriana acompañadas de las empresas que prestan servicio de información ha sido una campaña de terror contra el pueblo, asegurando que de ganar la Unión por la Esperanza (UNES) el país “seguirá el camino de Venezuela” en un intento por manipular la situación venezolana que hoy en día está siendo asediada desde los centros de poder mundial, sometiéndola a un bloqueo económico y financiero que no le permite comprar los bienes e insumos vitales.
Otra mentira repetida es la supuesta desdolarización del país, este elemento ha sido desmentido permanentemente por Arauz asegurando que al contrario de lo que dicen sus adversarios la dolarización será fortalecida por las cúpulas procapitalistas que mantienen intereses foráneos.
Muchas han sido las denuncias, sobre lo viciado del proceso electoral, que ha puesto trabas y presentado irregularidades desde el inicio, especialmente para evitar la inscripción de algunas candidaturas como la del Binomio de la Esperanza Arauz- Rabascall.
Es importante resaltar que existe una jugada “politiquera” de último momento para no asegurar el voto ecuatoriano en el extranjero, dejando sin ejercer el derecho constitucional a miles de ciudadanos. Un ejemplo de ello, recién denunciado en protestas frente a la sede de la embajada de Ecuador en Venezuela, con un padrón que ascienden a 11.000 electores. En latinoamericana son más de 35.000 votantes, a los que no le han brindado información oportuna, embajadas y consulados en diferentes países que a estas alturas, no han recibido material electoral y que hay las serias posibilidades que no haya apertura de mesas electorales, amén una fuerte posibilidad que el Consejo Nacional Electoral (CNE), suspenda las elecciones, excusados en la pandemia, o con el simple argumento que no hay condiciones para realizarlas.
Pero, ¿qué representa el potencial triunfo de la UNES en la hermana República del Ecuador?
Andrés Arauz es economista graduado en la Universidad de Michingan, donde obtuvo su Bachelor of Science en Economía y Matemáticas; es Máster en Economía del Desarrollo y está cursando actualmente su Doctorado en Economía Financiera en la UNAM. Durante el gobierno de Rafael Correa, fue Director del Banco Central; Subsecretario de Planificación y Desarrollo y Ministro Coordinador de Conocimiento y Talento Humano.
Sus propuestas principales, van direccionadas atender el principal problema que afecta a las familias ecuatorianas en la actualidad: la economía.
Actualmente, el país cuenta con una reserva de 8.080 millones de dólares en el Banco de Basilea en Suiza. Arauz propone que de esas reservas se tome 1.000 millones de dólares para la reactivación económica familiar inmediata.
Sus adversarios usando las plataformas mediáticas tradicionales señalan esta promesa como populista e irrealizable. Sin señalar que es una “recomendación” de la Organización de Naciones Unidas para la reactivación económica que ya se está aplicando en varios países como Perú, Costa Rica e incluso Estados Unidos.
Este préstamo, busca beneficiar con 1.000 dólares a 1 millón de familias, las más golpeadas por la crisis económica y sanitaria que atraviesa el país. Cabe destacar que un equipo de técnicos está realizando las evaluaciones pertinentes para que esta medida se aplique la primera semana del futuro gobierno.
Por otra parte, el impulso del empleo joven a través de un convenio entre el Gobierno y el sector privado para la reinserción de los jóvenes, donde el Estado pagará el 50% del salario y el empleador el otro 50%, con todos los derechos laborales que se han perdido a través de la mal llamada “Ley Humanitaria”. También la inversión en infraestructura pública a través de Municipios y Prefecturas para reactivar parte del sector de la construcción; la promesa de reincorporar a los profesionales del sector público que fueron despedidos arbitrariamente y que son indispensables para el desarrollo de la sociedad como médicos y profesores; se apoyará con créditos productivos a la pequeña y mediana empresa para dinamizar la actividad productiva e impulsar la generación de empleos.
En el área tecnológica y de acceso a las comunicaciones, una propuesta interesante es la otorgar 1GB mensual gratuito de conectividad a cada uno de los ecuatorianos, una iniciativa que busca la participación de los ciudadanos a través del uso de la tecnología y fortalecer la Democracia 3.0.
El elemento político será vital para el nuevo gobierno, que le corresponde entre tantas cosas rescatar la credibilidad de las instituciones ecuatorianas. Durante estos últimos 5 años solo se puede calificar de “fatal” el desenvolvimiento de la estructura del Estado de ese país; persecuciones políticas y posterior encarcelamiento del vicepresidente Jorge Glas, electo por la mayoría de la gente y que hasta ahora sigue tras las rejas, en un proceso viciado en su totalidad y condenado este hecho, por actores internacionales importantes. El gran número de exiliados que se vieron obligados a salir de su patria porque no existe la garantía de enfrentarse a una justicia con mínimos criterios de equilibrio y parcialidad. En fin una ruptura del Estado de Derecho sin precedentes, impulsado por la irracionalidad e irresponsabilidad que ha sumergido a un país tan prospero en la decadencia.
Es importante recordar la ausencia de políticas sociales ante la pandemia del coronavirus y en especial la caducidad del sistema sanitario, recordar la indolencia y desatención del gobierno de Moreno, ante las víctimas fallecidas en la calle, una escena que por muy dantesca y surrealista que parezca, fue una de las más escabrosas vívidas por el pueblo de Guayaquil. No hay garantizadas las vacunas necesaria para la población, solo se han limitado a importar 8.000 vacunas, que ha ciencia cierta no se sabe para qué sector de la población están destinadas. Pero sobre este punto, estallan en las redes sociales algunos señalamientos, sobre la posible venta de las vacunas en clínicas privadas, a esto se le suma la poca claridad en las declaraciones que desde el ministerio de salud se hacen, generando aun más incertidumbre en la población.
A nivel internacional el gobierno actual a jugado un papel vergonzoso, después que este país era ejemplo e impulsor de la integración Latinoamericana y Caribeña, como la UNASUR, CELAC, ALBA entre otros, Ecuador era una nación que destacaba positivamente en las Naciones Unidas, cumplido parte importante de los Objetivos del Milenio planteados hasta el 2015, es que recordemos cuando todos los estados del mundo esperaban atentamente las palabras de algún vocero del Ecuador, especialmente las de Rafael Correa que con su claridad, amor y pasión por la integración real y sincera le hablaba a los pueblos.
El círculo de traiciones se completa con el capítulo de servilismo entreguista en Londres al permitir la violación del territorio ecuatoriano por parte de la policía Británica para apresar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, asilado en la sede de la embajada. Sin duda, un hecho sin precedente por la cual el actual gobierno deberá responder ante la justicia.
El abrazo con la Banca Internacional y los organismos crediticios ha sido una constante de Moreno, en su afán de entregar la soberanía del país, dejando una nación endeudada y empobrecida.
Esperemos que las próximas elecciones, permita que la esperanza vuelva a los corazones de los ecuatorianos y ecuatorianas y que la comunidad latinoamericana y caribeña vuelva a abrazar la idea de integración.
Ecuador sin duda es vital para la reconstrucción de la UNASUR y el Banco del Sur espacios políticos y económicos que permitan que las naciones suramericanas se sienten en igualdad de condiciones para buscar soluciones a sus problemas comunes, ya es hora de trascender este momento de oscuridad e ir hacia el futuro.