Aviso

Ad portas de la elección número 25 de  estos 20 años,  el chavismo enfrenta momentos cruciales para destrancar el juego político y avanzar desde  la resistencia que ha llevado adelante durante los últimos de 5 años,   frente a la  agresión permanente del  imperialismo,  que junto a la oligarquía local y a los gobiernos serviles a Washington,  como Colombia , Brasil y  Chile, han configurado un escenario profundamente hostil y de guerra económica,  financiera y comunicacional.

La agresión imperialista en medio de la pandemia del COVID 19 se incrementó afectando no sólo la comida y transporte, sino que también las medicinas para enfrentar esta emergencia sanitaria y solo se ha  logrado romper el cerco,  gracias a la solidaridad de gobiernos amigos de Venezuela como  Rusia, Irán, China y  Cuba,  entre otros.

Es en  este  escenario de ataque multidimensional, que se realizarán las elecciones parlamentarias que constitucionalmente corresponden,  para renovar en su totalidad la Asamblea Nacional (AN).  Cabe destacar, que durante cinco años la AN, con mayoría opositora, ha sido la  punta de lanza para la

agresión imperialista y que esta  termina su mandato,  sin aprobar una sola ley (como objetivo fundamental de todo Poder Legislativo),  ni cumplir el objetivo político que se propusieron:  derrocar el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro.

Estas  elecciones parlamentarias, que  elegirán a 277 diputadas y diputados nacionales,  con el Método D’Hont , para el periodo constitucional del 5 de enero del 2021 al 5 de enero del 2026,  encuentran a una oposición venezolana fragmentada,  con un sector que insiste en el llamado a la abstención y la vía violenta,  comandada por Guaidó y el G4 (Voluntad Popular de Leopoldo López, Primero Justicia de Henrique Capriles, Acción Democrática de Ramos Allup y Un Nuevo Tiempo de Rosales) y otro que participará de las elecciones (Avanzada Progresista, Esperanza por El Cambio, Cambiemos, , Acción Democrática ,  Copei, Prociudadanos, entre otros).

El sector de Guaidó,  es un sector con la  mayoría de sus dirigentes en USA, Colombia y España, con cada  vez menos fuerza  e incidencia. Su apuesta inicial a  una salida rápida vía una  intervención militar norteamericana,  hoy ve alejarse dicha posibilidad tras la derrota de Trump , sumado a  sus constantes disputas con un sector más radical,  de María Corina Machado y Antonio Ledezma – quienes aún son menos influyentes,- , que plantean el fracaso de Guaido en su estrategia y lo exhortan a dar un paso al costado este 5 de Enero.

El otro sector de la oposición venezolana, el cual  participa en estas elecciones,  ha sido parte de la Mesa de Diálogo Nacional por la Paz con el gobierno de Nicolás Maduro desde el 2018. En esta Mesa se acordó entre otras cosas la liberación  de más de 100 políticos presos, la renovación del Consejo Nacional Electoral (CNE)  y un cronograma electoral que incluye la ampliación de los escaños a elegir, -casi duplicándolos-, y un Sistema Electoral proporcional. Este sector a su vez participará de la Elección  en 4 grandes grupos o Alianzas electorales,  con candidaturas en todo el país.

Por su parte  el chavismo en la alianza del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB) ,  agrupa a 8 partidos de la revolución. En tanto el Partido Comunista de Venezuela (PCV) junto a  otros grupos va con candidatos aparte.

¿Que se juega el chavismo el 6D? Una de las apuestas fundamentales es restablecer el orden democrático a través de la recuperación de un espacio de debate y decisión del poder nacional que fue roto por las aspiraciones golpistas de la oposición de Guaidó en la AN. El poder instalar un gran foro político nacional, permitirá aislar a los sectores golpistas e intervencionistas, trayendo con esto la  estabilidad política nacional necesaria para  incidir en bajar  la presión  internacional,  disminuyendo el tenor de  las medidas y presiones del  cerco financiero y económico. Esto permitiría  impulsar un proceso de reactivación y normalización de la economía venezolana,  recuperando por tanto del poder adquisitivo del pueblo, permitiendo  recolectar ingresos frescos al Estado,  para normalizar y fortalecer  su funcionamiento y  la  labor social  de  Estado solidario.

Los posibles escenarios tras el 6D, podríamos resumirlos de la siguiente forma:

  1. a) Triunfo del chavismo con amplio margen pero con muy poca participación. Esto sería aprovechado por  el sector abstencionista para mantener su táctica de no reconocimiento a la nueva Asamblea y su Directiva, manteniendo  el reconocimiento de Guaido y su presidencia virtual. Esta postura ha sido solventada por algunos sectores a nivel internacional, como lo ha dejado ver  esta semana el ministro de Asuntos Exteriores de Chile, Andrés Allamand , en gira por Europa , quien ha llamado a los gobiernos de la UE a no reconocer la  nueva directiva de la AN y mantener el  apoyo a Guaidó después del 5 de enero del 2021,  presionando por elecciones  presidenciales adelantadas , intensificando el cerco y bloqueo internacional.
  2. b) Triunfo relativo del chavismo, pero sin obtener la mayoría calificada o general de la AN y la obtención de entre el 40 a 50% de los escaños de la nueva AN por parte de la Oposición.  En este escenario podría existir la voluntad de ciertos sectores de la oposición para restablecer el debate democrático al interior de la AN, esto no obstante de generar alianzas con  la oposición abstencionista, para fortalecer el proceso de acumulación de fuerzas y  convocar a un Referéndum revocatorio el próximo año, con el que la comunidad internacional de la órbita norteamericana, probablemente  bajarían las presiones y volcaría su apoyo a  la estrategia electoral del
  3. C) En el escenario de una derrota para el chavismo, la oposición envalentonada,  cobraría la palabra  al presidente Nicolás Maduro,  de convocar a elecciones anticipadas o retirarse de la política. Este es el escenario menos  probable, ya que el chavismo aun cuenta con un voto duro en extremo polarizado que no vota por un candidato a parlamentario en específico,  sino por una opción político-ideológica.

En todos los escenarios se prevé una baja participación electoral, dado a un sector llamando claramente a la obtención y a que históricamente en Venezuela, las elecciones parlamentarias no concitan el interés de una elección presidencial o referéndum.

Por Carlos Casanueva Troncoso
Profesor e internacionalista chileno en Venezuela.                                                            Caracas, 05 de Diciembre 2020