El presidente de EE.UU., Donald Trump, abrió la puerta a un encuentro con su par venezolano, Nicolás Maduro, aunque luego aclarase que solo sería para discutir "una salida pacífica del poder". Pero lo que quedó intacto en su postura fueron las dudas sobre el respaldo que su Administración le dio al diputado opositor Juan Guaidó, al reconocerlo como "mandatario interino". ¿Podría esto convertirse en la estocada final para el debilitado liderazgo del parlamentario?
Para el historiador y analista político Álvaro Suzzarini, no existe tal liderazgo. En este sentido, explica que la oposición venezolana posee muchas facciones, "y Guaidó es parte del ala de la extrema derecha, inclinada siempre a las salidas violentas".
"En todo caso, es una fracción liderada por Leopoldo López, quien ejerce una tutela sobre Guaidó, y al ser Guaidó una figura tutelada no se puede hablar de liderazgo", remata.
No obstante, este historiador venezolano considera que las últimas declaraciones de Trump "disipan totalmente" el impulso que tuvo la figura de Guaidó, tras su autoproclamación en enero del 2019 y la posterior exposición mediática y reconocimiento internacional de EE.UU. "y todos los países satélites de la política exterior de Washington", entre los que incluye a la Unión Europea y a los gobiernos latinoamericanos agrupados en el llamado Grupo de Lima.
Presidente de EE.UU., Donald Trump, camina con Juan Guaidó en la Casa Blanca. 5 de febrero de 2020.
Mark Wilson / Reuters
"Con esto se tambalea su figura, pierde firmeza su lobby en Washington, pero además podría desaparecer totalmente la única carta que tiene tanto para negociar con las otras facciones de la oposición, como para derrocar al gobierno: la capacidad de obtener financiamientos o de promover sanciones", dice Suzzarini.
Tal vez por esta razón, el Secretario General de la Organización de Estado Americanos (OEA), Luis Almagro, debatió esta semana con otros actores de la oposición venezolana como el nuevo presidente de la Asamblea Nacional (AN), Luis Parra, a pesar de que Guaidó insiste en atribuirse la jefatura del Parlamento.
EE.UU. más allá de Trump
Sin embargo, otros expertos, como el analista político e integrante de Misión Verdad Ernesto Cazal, consideran que la figura de Guaidó ya está arraigada en el marco del establecimiento estadounidense, más allá de las posturas de Trump.
"Tanto demócratas como republicanos lo apoyan, y por ende, ya forma parte de un cuadro mucho más complejo en el que se unen distintas aristas de la ofensiva estadounidense contra el país suramericano. Entonces, para borrar la figura de Guaidó, tiene que haber primero un plan que pueda sustituir al ya en curso. Pero, por ahora, con o sin Trump, su figura permanecerá", precisa.
Ernesto Cazal, analista político.
Ernesto Cazal, analista político.
Para borrar la figura de Guaidó, tiene que haber primero un plan que pueda sustituir al ya en curso.
Cazal cree que una de las principales razones para mantener el apoyo a Guaidó, pese a su poca eficiencia, es poder apropiarse de los recursos económicos que ahora se encuentran retenidos por Washington, y proseguir con las sanciones.
"Por ejemplo, ya comenzó el juicio para saber quién obtiene el oro venezolano secuestrado por el Banco de Inglaterra, y Guaidó es quien está a cargo o a la cabeza de ese cuadro de asfixia contra Venezuela", explica Cazal.
Desvanecimiento interno
Las últimas declaraciones de Trump no son lo único que ha golpeado la figura de Guaidó, pues el dirigente arrastra errores propios y de su entorno más cercano, lo que ha disminuido su apoyo a lo interno de la fuerzas opositoras existentes en el país.
"Uno de los errores más graves es que no pudo materializar su propuesta, convertida prácticamente en un mantra: 'cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres', para lo que él mismo había puesto una periodicidad que no pudo cumplir, lo que desencantó a sus seguidores", menciona Suzzarini.
Álvaro Suzzarini, historiador y analista.
Álvaro Suzzarini, historiador y analista.
Uno de los errores más graves es que no pudo materializar su propuesta, convertida prácticamente en un mantra: Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
Además, Guaidó rompió la pacificidad de su discurso tras figurar abiertamente en varios intentos de golpes de Estado, que también fracasaron. A la par, están los distintos escándalos de corrupción que golpearon su amago de gestión paralela, como los desvíos del dinero destinado para fines humanitarios, una cuestión que incluso generó varias deserciones dentro de su equipo, como la dimisión de su representante en Colombia, Humberto Calderon Berti.
"Y están los escándalos que van en perjurio abierto y directo contra la nación venezolana, como apropiarse de empresas estatales como Citgo y Monómeros, para luego emprender gestiones turbias", enfatiza Suzzarini, quien agrega que Guaidó también perdió el fuerte apoyo institucional que representaba manejar la directiva de la AN.
Justamente, las distintas fuerzas políticas del país se preparan para enfrentarse en las elecciones legislativas, que se realizaran a final de año, y en la valoración de ese hecho sí coinciden ambos analistas.
"Guaidó, como oposición política, electoral, institucionalista, dentro de Venezuela, ya no tiene nada que buscar", dice Cazal. "En términos políticos, a lo interno, él sigue siendo un diputado de un circuito menor, con poca experiencia, mal formado intelectual y políticamente. Sin apoyos foráneos, no existe", agrega Suzzarini.
Jessica Dos Santos
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