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Llamamiento a fortalecer la participación de la sociedad en los diálogos de paz

En Quito, a las instalaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, declarado territorio de Paz Latinoamericano, llegaron este 7 de febrero de 2017 cerca de 400 mujeres y hombres, del campesinado, afros, indígenas, obreros y jóvenes urbanos, la mayoría articulados en el comité de impulso de la mesa social para la paz,  para exigir participación de la sociedad y transformaciones para la construcción de la paz en Colombia e intervenir en los debates que al respecto se discutirán en la mesa entre el Ejercito de Liberación nacional, ELN, y el gobierno de Colombia.

 

Ese mismo día en Cachapamba, Ecuador a unos 40 minutos de Quito, su capital, hacia las 5 p.m. como estaba previsto se instaló la fase pública de negociaciones de paz entre las partes mencionadas. A dicho acto solo fueron invitados 15 lideres y lideresas de los movimientos sociales de Colombia, hecho que lamentamos profundamente pues consideramos que la participación ciudadana desde un principio debe ser lo más amplia e incluyente posible.

 

Luego de la instalación oficial de la mesa de diálogo y con la colaboración de la Casa de la Cultura Ecuatoriana realizamos un acto Político-Cultural, al que se invitó a las delegaciones del ELN y El Gobierno Colombiano y a la comunidad internacional. La presencia de las dos delegaciones era importante pues queríamos que sintieran el respaldo que tiene ese ejercicio de solución política y además presentar los elementos básicos de nuestra propuesta de participación. Desafortunadamente la delegación del Gobierno Colombiano no hizo presencia en el acto.

 

Con base en las exposiciones que los jefes negociadores de una y otra parte realizaron en el discurso de instalación, el Comité de Impulso de la mesa Social para la Paz considera:

 

1. Nos complace que las partes expresen de manera respetuosa su voluntad de trabajo por la paz y su disposición a cumplir lo acordado en la Agenda de diálogos.

 

2. Nos preocupa que el gobierno sin haber iniciado la discusión caracterice la participación como “acotada y no vinculante”. Para nosotros la participación debe tener carácter autónomo, soberano, incluyente, integral, incidente y prospectivo, que aporte mediante el desarrollo del diálogo local, nacional y transfronterizo a la construcción de planes de vida y al gran pacto por la paz.

 

3. Estamos prestos a contribuir con nuestra propuesta de participación en el desarrollo integral de la Agenda acordada el 30 de marzo de 2016.

 

4. Es importante y compartimos que las partes con el ánimo de construir confianzas paralelamente inicien la discusión del tema humanitario, que debe contemplar asuntos que tocan a toda la sociedad como son: cesar los asesinatos indiscriminados contra lideres y lideresas del movimiento social y popular y activistas defensores de derechos humanos; atender de inmediato la crisis carcelaria que involucra a todos los internos que padecen hacinamiento y graves complicaciones de salud; y pactar un cese bilateral del fuego y hostilidades y el desescalamiento de las agresiones verbales y las descalificaciones públicas entre las dos delegaciones.

 

5. Se requiere el cese de hostilidades contra el pueblo colombiano víctima de medidas antipopulares como el código de policía que atenta contra las libertades políticas y ciudadanas; la legislación que facilita el despojo de los bienes comunes y la depredación de la naturaleza, la carga impositiva tributaria y la corrupción delito de “cuello blanco” que impide que el pueblo colombiano goce de bienestar social.

 

Esperamos que toda la sociedad ejerza en este proceso de construcción colectiva de paz con justicia social y ambiental, su derecho de participar activamente. Los colombianos y las colombianas nos merecemos  un país con vida digna.

 

Quito, Ecuador, Febrero 9 de 2017