Pasqualina Curcio
Han pasado muchas cosas estos últimos 8 años en Venezuela, pero ninguna que permita explicar económicamente la depreciación de más de 600 mil millones por ciento de nuestro bolívar: en 2012 dábamos 8 bolívares fuerte por cada dólar, hoy debemos dar 52 mil millones de bolívares fuerte por la divisa gringa.
Defender el bolívar y evitar que sigan manipulando políticamente su valor es estratégico en el marco de esta guerra económica que el imperialismo ha declarado contra todos los venezolanos.
No ocuparemos estas líneas para demostrar nuevamente cómo funciona el ataque al bolívar, en decenas de escritos lo hemos hecho. Tenemos 6 años en eso. En todo caso, para quienes aún dudan del ataque, el mismo imperio lo ha confesado a través de su vocero, el senador Richard Black.
Contamos con una colección de propuestas que hemos realizado durante estos años y que hoy compilamos en esta antología. No son mágicas, como ninguna política económica lo es, mucho menos en guerra, pero les dificultaría el ataque contra nuestra moneda, o en todo caso, no contribuirían con este.
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Recuperación de las reservas internacionales: no es igual afirmar que el bolívar “no vale nada” con reservas en 6 mil millones de dólares como las tenemos hoy, que si estas fuesen de 30 mil millones como era el caso en 2012, han caído 78% desde ese año. Recuperarlas es estratégico. Para ello sugerimos lo siguiente:
Recuperar las exportaciones petroleras. En Venezuela, el principal ingreso en divisas es por exportación de petróleo, ésta ha caído 75%: en 2013 ingresaron US$ 88.753 millones y en 2019 US$ 22.492 millones. Su recuperación es vital y pasa por aumentar la producción de hidrocarburos que, a su vez, ha disminuido 86% desde 2013, pasamos de producir 2,8 millones de barriles diarios a 383 mil al día (datos de la OPEP).
Monetizar el oro: junto con el dólar, la libra, el euro, el yuan y el yen, el oro cuenta como activo de reserva internacional. Es el caso que los venezolanos contamos con la mayor reserva del mundo, alrededor de 7.000 toneladas (TN). La propuesta es llevar una pequeña parte del oro que tenemos en las minas a las bóvedas del BCV. Tenemos una gran ventaja y es que el BCV compraría dicho oro en bolívares y no en divisas. El oro lo tenemos dentro de nuestro territorio.
Según el Consejo Mundial del Oro, estamos produciendo alrededor de 28 TN al año del metal precioso (pensamos que podrían ser muchas más). Al precio mundial (60 millones la TN) equivaldrían a US$ 1,7 mil millones que sumarían a nuestras reservas cada año, con la ventaja de que allí, en las bóvedas de la Esquina de Carmelitas, nadie nos las bloquearía.
El precio del oro está en franco ascenso: desde que EEUU decidió unilateralmente en 1971 que el sistema monetario internacional no seguiría basado en el patrón oro, su precio aumentó 5.128% pasó de 37 US$/ONZT a 1.957 US$/ ONZT. En contraposición, el precio del dólar ha caído alrededor de un 40% desde su pico histórico en 1985. El mundo se está desprendiendo de la moneda estadounidense y está migrando a un activo más seguro: el oro.
No es casual que China haya aumentado 225% sus reservas en oro desde la crisis financiera: pasó de tener 600 TN en 2008 a 1.948 TN hoy. Por su parte, Rusia las incrementó 332% durante el mismo período: tenía 531 TN y ahora tiene 2.300 TN.
China es el país que produce más oro a nivel mundial (383 TN/año), le siguen Rusia (329), Australia (325), EEUU (200), Canadá (182), Perú (143), Ghana (142), Suráfrica (118), México (111), Brasil (106).
En Venezuela han disminuido 56% nuestras reservas de oro: en 2013, según el Consejo Mundial del Oro, teníamos 367,6 TN en el BCV (incluidas las que repatrió el Comandante Chávez), hoy tenemos 161,2 TN. Va siendo hora de recuperarlas, de producir oro (cuidando nuestro ecosistema) y monetizarlo, lo que requiere poner orden y romper las mafias en el arco minero. Quizás los diputados de la nueva Asamblea Nacional patriota, con sus competencias contraloras, le metan el ojo a este asunto. Es nuestra sugerencia.
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Volver al control de la administración y uso de las divisas: no hacemos nada si por un lado nos esforzamos aumentando la producción petrolera, las exportaciones de hidrocarburos y la monetización del oro para recuperar nuestros ingresos y nuestras reservas, pero por otro se las entregamos a las transnacionales en el marco de un sistema cambiario libre (típico mecanismo de neo colonización).
Es clave restablecer el control cambiario en una economía como la nuestra en la que más del 95% de las divisas que ingresan son de todos los venezolanos y con una burguesía, transnacionalizada y parasitaria, cuyo principal negocio históricamente ha sido apropiarse de esas divisas para luego fugarlas.
En agosto de 2018, cuando se liberó el mercado cambiario, alertamos de varios asuntos. Mientras los dogmáticos neoliberales, esos que creen en el libre mercado, decían que la flexibilización cambiaria sería un incentivo para la inversión de capitales extranjeros y de paso desaparecería dolartoday, nosotros insistíamos que eso no necesariamente ocurriría.
Según datos del BCV, la inversión privada extranjera no solo no aumentó, sino que cayó: en 2017 ingresaron 706 millones de dólares por concepto de inversión directa extranjera, realmente nada si se compara con el tamaño de nuestra economía, pero sobre todo si se compara con los dólares que se llevaron a sus países por concepto de repatriación de ganancias que, ese año 2017, sumaron US$ 7.548 millones.
En 2018, la inversión privada extranjera bajó a US$ 403 millones y el primer trimestre de 2019 (último dato disponible) en lugar de entrar los capitales extranjeros, por el contrario, salieron US$136 millones. Mientras tanto esa misma burguesía transnacionalizada se llevó como parte de sus ganancias, US$ 7.957 millones en 2018 y US$ 1.971 millones solo el primer trimestre de 2019.
Las inversiones privadas extranjeras nunca llegaron a nuestro país a pesar de la liberación cambiaria y de la ley de promoción de inversiones extranjeras: cayeron 251% al comparar el primer trimestre de 2019 con el de 2018 (las inversiones se hicieron negativas en 2019) y solo entre enero 2018 y marzo de 2019 se llevaron US$ 9.928 millones por concepto de las ganancias que obtuvieron en territorio venezolano. Son datos del BCV.
De paso, dolartoday nunca desapareció, se multiplicó, sigue atacando y cada vez con más intensidad.
En aquella ocasión, recomendamos que el sector privado tuviese su espacio para comprar y vender libremente sus divisas, repetimos, sus divisas, no las del Estado. Afirmaron que ni un dólar se le entregaría a la burguesía y hasta subastas han hecho desde el BCV. Los dólares que ingresan deben ser para el uso estricto de las importaciones de insumos, tecnología, materia prima para la producción nacional, para importar bienes de consumo final, para honrar los compromisos de deuda externa y para recuperar nuestras reservas internacionales, no para que terminen en paraísos fiscales. Con más razón en el marco de una guerra criminal contra el pueblo venezolano.
En fin, nos volvió a quedar corto el espacio, nos faltó desarrollar dos propuestas para la defensa del bolívar: 1.- la auditoría de la deuda externa y 2.- el bolívar-oro. Será para la próxima. entrega.