"El miedo juega un papel muy importante en el mundo de hoy y, en gran parte, ello se debe al impacto de 30 años de políticas neoliberales que ha llevado al empobrecimiento de la gran mayoría de la población, mientras que la riqueza se ha concentrado de forma impresionante en un pequeño grupo y la democracia ha decaído", se lamenta el reconocido filósofo, lingüista y activista estadounidense Noam Chomsky en una entrevista con 'El Espectador'.
No obstante, el filósofo se mostró convencido de que los ciudadanos comunes pueden cambiar este nuevo orden mundial y de manera significativa si quieren un futuro decente. "Los ciudadanos tienen muchas oportunidades, seguramente en las sociedades más libres pueden educarse, organizarse para alcanzar fines comunes, unirse al activismo comprometido para abordar los problemas que les conciernen, etc.", explicó el reconocido pensador.
Chomsky también abordó en la entrevista el éxito de la campaña electoral de Bernie Sanders, uno de los principales candidatos a la presidencia de Estados Unidos en las pasadas elecciones presidenciales. Según él, este éxito "significó una ruptura muy aguda de la historia política de los EE.UU.", debido a que "durante más de un siglo las elecciones se han comprado". "El éxito electoral y las estrategias se pueden predecir conociendo las fuentes de financiación de la campaña, ya sea si provienen de corporaciones o de financiación privada, como ha mostrado una extensa investigación", opina el filósofo.
Sin embargo, "Sanders era escasamente conocido, no tenía financiación privada o corporativa, fue descartado por los medios de comunicación e incluso usó una palabra que para algunos produce miedo: 'socialismo'", recuerda Chomsky. En este sentido, afirma que "es muy probable que hubiera ganado la nominación del Partido Demócrata de no haber sido por la maniobra de los dirigentes del partido, Obama-Clinton, para impedir una elección democrática".
En cuanto al presidente actual, Donald Trump, el pensador asegura que mantendrá "la postura tradicional de hostilidad de Estados Unidos hacia los gobiernos independientes de base popular en América Latina". En este sentido, Chomsky recordó que esta postura se manifestó bajo el mandato de Barack Obama "quizás con mayor intensidad", siendo Honduras un "ejemplo dramático".
"Hasta ahora, poco se ha hablado sobre América Latina, aparte de agitar los puños en México. Pero esto es lo que sugeriría la orientación general de la política", concluyó Chomsky.