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Lograr una Colombia de paz, con vida armónica y reestablecimiento económico se cuentan entre las prioridades de la fórmula de Gobierno del Pacto Histórico. El protagonismo de la mujer, el enfrentamiento al cambio climático, y potenciar el desarrollo económico del país se cuentan entre las principales propuestas del plan de Gobierno de Petro.

El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, asumirá sus funciones como tal formalmente el próximo 7 de agosto, con la misión de transformar al país en una tierra donde sean prioridades una vida digna, libre de violencia y con la paz como paradigma; con sólidos ejes de justicia social y climáticos, entre otras cuestiones medulares.

Es por ello que desde el minuto inicial potenciar esa transición y sentar las bases de desarrollo en materia de erradicar la desigualdad, frenar la recesión de la economía y combatir el cambio climático constituirán premisas en su plan de Gobierno, del cual les compartimos líneas esenciales de acción a continuación.

La mujer, crucial en la construcción de un mejor país

Petro no concibe este cambio sin una presencia protagónica de la mujer, la cual ha sido excluida en la sociedad colombiana; y para ello proyecta que al menos, el 50 por ciento de todos los cargos públicos en todos los niveles y las ramas del poder sean ocupados por mujeres.

Se trata de una apuesta por la igualdad, libre de enfoques patriarcales y de violencia, en donde prime la igualdad en materia de economía, propiedad de la tierra, y reconocimiento del trabajo de cuidado; así comola garantía de todos sus derechos.

Para ello prevé la creación de un Sistema Nacional del Cuidado para reconocer, reducir y redistribuir los trabajos de cuidado que las vinculen; a través de instrumentos de política pública que integren esfuerzos del Estado, el sector privado y la comunidad en articulación con la economía popular y bajo la mirada del Ministerio de la Igualdad.

Impulsar la Economía como motor de vida

La proyección económica del país será determinante para el líder de Pacto Histórico, y la implementación de una reforma agraria y acuaria que potencien la productividad bajo cánones de justicia social y ambiental devienen esenciales.

La promoción de una banca pública como patrocinadora de modelos de negocio, y que persiga beneficiar a micro, pequeñas y medianas empresas, así como a la economía popular, rural y urbana, también estará en la mira del Ejecutivo, aprovechando para ello la unificación de las diferentes entidades financieras del Estado.

A lo que sumará una apuesta por el fortalecimiento de la economía popular en la informalidad con un pacto entre ese sector y el Gobierno, con líneas especiales de microcrédito y crédito condonable; así como su formalización y reconocimiento en aras de fortalecer capacidades organizativa, técnica y productiva; y garantizar su crecimiento y sostenibilidad.

Asimismo, se perseguirá renegociar los tratados de libre comercio del país, con el objetivo de mejorar la posición de Colombia en el comercio internacional; y se buscará crear una política arancelaria inteligente que estimule la industria.

Equilibrio agrícola y contra el cambio climático

La reorganización territorial alrededor del agua y el impulso de actividades productivas que protejan la naturaleza, en torno a este recurso y persiguiendo la gobernanza ambiental de cada territorio será crucial.

Tocará democratizar el acceso y uso del agua, bajo un esquema de gestión pública donde las cargas y beneficios no generen segregación ni privilegios; y con el restablecimiento del control ambiental de las cuencas hidrográficas destinadas a la generación de energía y proyectos mineros.

Para ello se prevé un desescalamiento gradual del modelo extractivista y de la dependencia económica del petróleo y del carbón, mediante la prohibición de explotación de yacimientos no convencionales, y el control en materia de exploración de hidrocarburos y la gran minería a cielo abierto.

Proyecta además elevar los niveles de productividad agrícola y generar empleos para millones de familias desplazadas de sus tierras, cooperativas de productores agrarios y demás actores rurales; a lo que añade una política urbana que combata la segregación social y espacial; y se edifiquen sobre criterios de ciudades verdes, humanas, incluyentes y productivas, monitoreado desde los Gobiernos municipales.

La creación de un sistema nacional de innovación agropecuaria que considere el diálogo intercultural entre saberes ancestrales, territoriales y el conocimiento científico en materia de agroecología, y especialmente del manejo del agua para la agricultura, devendrá herramienta importante de desarrollo.

Además, se estipula una transición hacia la generación y consumo de fuentes de energía renovables, que tributen al enfrentamiento al cambio climático, y al aumento de las capacidades de la economía productiva.

Otras cuestiones de importancia que proyecta la fórmula presidencial Petro-Francia Márquez estarán dirigidas al desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, sus servicios y accesibilidad; tanto en el sector público como en el privado; y el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Sncti) será el instrumento fundamental para ello.

Potenciar la industria y la creación de infraestructuras, de conjunto con el desarrollo de plataformas logísticas especializadas aparejado al aumento de capacidades aeroportuarias, férreas y fluviales, igualmente estarán en la mira del nuevo Gobierno; además del impulso al ramo turístico.

El establecimiento de políticas de trabajo dignas, con garantías y derechos en todas sus variantes; así como promover bienes comunes para el desarrollo cultural y deportivo del país; entre otras cuestiones, igualmente devienen puntos prioritarios en la futura agenda de Gobierno del pacto Histórico.