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El fenómeno de El Niño ha causado alarma en todo el mundo, su fuerza no disminuye e incluso científicos de la NASA lo comparan con el episodio registrado entre 1997 y 1998, que causó severas alteraciones sobre el clima de la tierra.

 

Imágenes del satélite Jason-2 de la NASA, captadas a finales de diciembre de 2015, revelaron que al menos hay tres fuertes razones para creer que el fenómeno de El Niño será grande y poderoso. Entre estas se encuentra el crecimiento de los océanos, altas temperaturas y el no mostrar signos de dispersarse.

 

Según indicadores relacionados con las altas temperaturas de la superficie oceánica, en el hemisferio norte este año el fenómeno no muestra señales de retroceder.

 

En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que este fenómeno meteorológico podría convertirse en uno de los peores de las últimas seis décadas y llegar a afectar aproximadamente a 60 millones de personas en todo el mundo.

 

El informe de la OMS indicó que 4,2 millones ya son damnificados en Centroamérica, además resalta que ya es considerado el más fuerte en los últimos tres lustros y podría convertirse en uno de los más potentes de los últimos 65 años.

 

Asimismo, la organización señaló que además existen otros 4,7 millones de personas que han sido afectadas en el Pacífico Occidental y 30 millones en África austral, y en el transcurso del año 2016 podrían verse afectos sobre otros 20 millones.

 

Afectados por sequías 

 

Algunos países de Centroamérica y África pertenecen a las regiones más afectadas por las sequías que se mantendrán hasta marzo y que han afectado la producción mundial de arroz, trigo, café y otros cultivos, aseguró la agencia espacial estadounidense NASA.

 

Esto ha motivado un aumento en los precios de los alimentos agrícolas, así como la escasez de agua potable; por ello, la Organización Mundial de la Salud señaló que estas condiciones podrían incrementar la malnutrición aguda y severa.

 

La organización internacional advirtió la pérdida de las cosechas en el corredor de Honduras, Guatemala, El Salvador y Haití, que están atravesando un periodo de sequías y lluvias irregulares.

 

Al mismo tiempo, el informe emitido por la OMS detalló que en Guatemala hay 1,5 millones de personas que padecen las consecuencias de la sequía y 500 mil de ellas podrían sufrir malnutrición.

 

Mientras que en Honduras la cifra de personas afectadas es de 1,3 millones, de las cuales 400 mil necesitan ayuda humanitaria inmediata.

 

Hacia el sur del continente americano, países como Venezuela, Colombia y Guyana se enfrentan a efectos devastadores, provocados por corrimientos de tierras, sequías e incendios forestales.

 

Según el coordinador humanitario de la ONU, Stephen O’Brien, las precipitaciones en esta zona mantienen tendencia a seguir disminuyendo provocando mayor sequía en el noreste de Brasil.

 

En lo que respecta al continente africano, la ONG Plan Internacional demandó a finales de 2015 una respuesta rápida y efectiva ante los efectos del fenómeno meteorológico El Niño en África, específicamente en la región oriental, donde hasta entonces había provocado fuertes sequías, dificultando el acceso a los alimentos a poblaciones en el este y al sur del continente tras verse afectadas las cosechas.

 

La organización indicó que los menores son los más vulnerables ante los efectos de este fenómeno meteorológico, porque puede provocar malnutrición severa, traumas y problemas emocionales, perjudicando su desarrollo.

 

Plan Internacional trabaja en Etiopía, Kenia, Sudán del Sur, Uganda, Zimbabue, Malaui y Tanzania para reforzar las medidas de prevención y cubrir las necesidades básicas de los niños y las niñas.

 Afectados por lluvias

En la región suramericana, las lluvias estarán por encima de la media hasta mayo, lo que continuará afectando países como Argentina, Ecuador, Perú, Paraguay y Uruguay, donde podría haber nuevas inundaciones y un aumento de las enfermedades de transmisión por mosquitos como el dengue, la chikungunya o el zika.

Este fenómeno provocó que a finales del año 2015, 160 mil personas tuvieran que ser evacuadas de sus hogares con urgencia ante las peores inundaciones que en más de 20 años han sufrido las poblaciones que viven a orillas de los ríos que comparten Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay.

Ecuador, por su parte ha declarado a principios del mes de enero, estado de excepción en 17 de sus 24 provincias, además de implementar megaproyectos hídricos para evitar posibles desbordamientos de los ríos Cañar y Naranjal.

Por otra parte William Patzert, experto en propulsión a chorro de la NASA, explicó que enEstados Unidos El Niño se sentirá entre enero y marzo provocando meses frescos y húmedos al sur del país, y condiciones relativamente cálidas y secas en el norte.

A principio de año El Niño golpeo con inundaciones en las cuencas del caudaloso río Misisipi, al sur, dejando 24 personas muertas. Por lo que el servicio meteorológico estadounidense mantiene la alerta por riesgo de inundación en los estados de Illinois, Misuri, Oklahoma y Arkansas.

Cambio climático

José Miguel Viñas, físico y consultor de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), señaló que los impactos del actual episodio de El Niño ya se dejan sentir, y que la prueba más visible son los tres huracanes de categoría 4 que se formaron simultáneamente en el Pacífico en 2015.

En consecuencia, este fenómeno climático también ha adelgazado la capa de agua caliente que normalmente rodea el sudeste asiático, Australia e Indonesia, mientras que en la zona oriental del Pacífico tropical, de aguas en las superficies frías, se han cubierto con una gruesa capa de agua caliente.

El resultado de estas alteraciones ha sido una disminución de las precipitaciones en el sudeste asiático, así como la reducción de las lluvias en Indonesia y el consecuente aumento, ante la falta de agua, de los incendios en la región, según apunta la agencia espacial.

CiudadCCS/La Radio del Sur