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Visita de Lavrov a China: Moscú y Pekín acercan posiciones ante el distanciamiento de Occidente y presentan su visión del mundo 

Este lunes y martes, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia Serguéi Lavrov realizó una visita a China, donde mantuvo conversaciones con su homólogo chino Wang Yi.

En una rueda de prensa conjunta, el canciller ruso confirmó que el acto marca un mayor acercamiento de las dos potencias, afirmando que para Moscú ya "no hay relación con la Unión Europea como organización"; que fue destruida destruida, según Lavrov, "por decisiones unilaterales" de Bruselas. Su contraparte china lo confirmó y prometió que "no importa cómo cambie la situación internacional, la interacción estratégica integral entre China y Rusia solo se fortalecerá y no se debilitará", afirmando que actualmente la asociación entre los dos países "está por las nubes".

Los resultados de la reunión se plasmaron en una declaración conjunta de los cancilleres sobre "algunos aspectos de la gobernanza mundial en las condiciones actuales". El documento constata que la pandemia de covid-19 "ha provocado un mayor desequilibrio del sistema de gobernanza mundial" y llama a la

comunidad internacional a dejar de lado las divisiones y unirse para construir "un orden mundial multipolar más justo, democrático y racional". Con este fin, los dos países exponen su visión  sobre cuatro aspectos de la política contemporánea: derechos humanos, democracia, derecho internacional e igualdad de países como actores a nivel global.

Derechos humanos

Al proclamar que "todos los derechos humanos son universales, indivisibles y interrelacionados", la declaración afirma que su uso depende del nivel de vida y bienestar de la población de un país, así que "el desarrollo y la realización de derechos humanos y libertades fundamentales son interdependientes".

Según Lavrov y Wang, los Estados deben defender y aplicar los derechos humanos en varias esferas de la vida, sin embargo lo deben hacer "conforme a particularidades nacionales". "Es necesario abandonar la politización del tema de la protección de los derechos humanos, la práctica de utilizarlos como pretexto para interferir en los asuntos internos de otros Estados y la aplicación de una política de doble estándar", reza el texto. En vez de ello, propone "entablar un diálogo en este ámbito en beneficio de los pueblos de todos los países con base en los principios de igualdad y respeto mutuo".

Democracia

El mismo principio de la aceptación de particularidades tradicionales es declarado en cuanto a la democracia, reconocida como "uno de los logros de la humanidad". Aunque esta forma de gobierno se define genéricamente como "un poder del pueblo reconocido legalmente, es decir la posibilidad de los ciudadanos de participar en la administración de su país y el uso del poder recibido con fines legales", la declaración indica que "no existe un estándar unificado del modelo democrático".

"Es necesario respetar los derechos legítimos de los Estados soberanos para determinar de forma independiente su propio camino de desarrollo. La injerencia en los asuntos internos de Estados soberanos con el pretexto de 'promover la democracia' es inaceptable", afirman Lavrov y Wang.

Derecho internacional

Dentro de su respaldo a la soberanía de las naciones, los cancilleres abogan por la protección del derecho internacional como garante de "la inviolabilidad del sistema de relaciones internacionales, en el que Naciones Unidas juega un papel central". "Los enfoques para resolver problemas mundiales deben ser desarrollados por los esfuerzos conjuntos de toda la comunidad internacional sobre la base de normas y principios del derecho internacional universalmente reconocidos y aplicados por todos sus participantes", resalta la declaración.

En el contexto de "la creciente turbulencia global", Lavrov y Wang llaman a organizar una cumbre de los Estados miembros del Consejo de Seguridad de la ONU "con el fin de establecer un diálogo directo entre ellos sobre las formas de resolver los problemas comunes de la humanidad en interés de mantener la estabilidad global".

Enfoque equitativo en las relaciones internacionales

Los ministros llaman a la comunidad internacional a lograr una mayor coordinación en desafíos globales, así como en la protección y mejora de las estructuras multilaterales, además de "contribuir a optimizar el sistema de gobernanza global, proteger la paz y la estabilidad estratégica, para promover el desarrollo de la civilización humana y obtener un acceso equitativo a sus beneficios". Todo esto debe realizarse conforme a principios de "apertura, igualdad y desideologización" y a través  de "un diálogo dirigido a la unión de todos los países del mundo, y no a su separación; a la cooperación y no al enfrentamiento".

Significado de la declaración

Analizando el documento, la prensa de ambos países resalta su importancia para sus posiciones internacionales. Así, el politólogo ruso Vladímir Pavlenko opina, en su artículo publicado por la agencia Regnum, que el texto refuta "las interpretaciones globalistas" de la gobernanza mundial, que consisten en "la formación de un sistema multinivel de centros de poder y control supranacionales y globales". En vez de este "dictado de estructuras supranacionales carentes de alguna subjetividad de derecho internacional", Rusia y China proponen "una versión que compite por igual, lo suficientemente atractiva para ser aceptada por una parte significativa de la comunidad internacional, principalmente entre los países en desarrollo", señala el portal.

Por su parte, el diario estatal chino Global Times resalta la importancia de la declaración, indicando que "es la primera vez que China y Rusia, dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, interpretan sistemáticamente sus ideas sobre los derechos humanos, la democracia y el orden internacional". El texto hace frente al uso político de estos valores, que en esencia es "una lucha entre la hegemonía y la antihegemonía", opina.

 

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