A nuestros/as apreciados/as camaradas del Partido Comunista de Venezuela-PCV
CAMARADAS:
Nos unen vínculos históricos e ideales comunes que han llegado expresarse en acciones heroicas como la Expedición Guerrillera de Junio de 1959, en la cayeron 11 jóvenes comunistas venezolanos junto al batallón dominicano y a otros internacionalistas. Todos con el respaldo de la Revolución Cubana, de Fidel, Raúl y el Che, y acompañados del Comandante Delio Gómez Ochoa y otros combatientes de la Sierra Maestra.
Nuestra amistad y camaradería, más allá de cualquier desacuerdo coyuntural, son indestructibles. Eso ha sido confirmado a lo largo de nuestras fraternas relaciones que datan de más de medio siglo.
A propósito de nuestras coincidencias y divergencias actuales, considero que nuestra posición respecto al proceso revolucionario venezolano y a las decisiones más reciente de ustedes relacionadas con la dura polémica entre el PCV y el PSUV, ha sido expuesta en forma sincera y respetuosa en tres trabajos
consecutivos: 1) VENEZUELA: SOBRE EL CHOQUE ENTRE EL PCV Y EL PSUV.-A los/as camaradas y fuerzas solidarias con Venezuela que me ha solicitado opinión sobre esta delicada situación. 2) VENEZUELA BOLIVARIANA: NECESIDAD DE COMBINAR “UNIDAD EN PROFUNDIDAD” Y “UNIDAD EN AMPLITUD y 3) EL IMPERIOSO VALOR DEL PROCESO VENEZOLANO.
Además, ustedes y nosotros/a conocemos bastante bien nuestras respectivas coincidencias y divergencias frente al proceso bolivariano y al modelo de Estado, Gobierno y partido desde su inicio hasta la actualidad.
Ambos dossier permiten establecer que el PCV y el Movimiento Caamañista-MC -cada quien con sus particulares posiciones y actitudes- no nos hemos caracterizado por lo incondicionalidad o subordinación respecto a la interesante y accidentada dinámica de ese proceso, ni tampoco respecto a todas las decisiones adoptadas durante su heroica, compleja y contradictoria trayectoria; sin renunciar en todo este periodo a la unidad antiimperialista y la hermandad revolucionaria con el chavismo.
Eso me parece políticamente saludable porque implica afirmar la independencia de cada quien, renunciar al seguidismo y desechar hegemonías que en el pasado afectaron significativamente al movimiento comunista y revolucionario mundial.
- NUESTA ACTITUD FRENTE AL CHOQUE PSUV-PCV.
Es cierto que esa controversia PSUV-PCV no arranca de la separación en dos opciones y alianzas electorales en los recién pasados comicios venezolanos.
Conozco en parte los antecedentes. Pero si me referí a ese momento en una breve y urgente declaración, forzada por el estallido de las diferencias acumuladas en la Asamblea Nacional del 4 de febrero, fue porque a mi entender se trataba de primera gran evidencia de la ruptura o bifurcación entre dos bloques políticos comprometidos con ese proceso hacia la revolución.
Ese estallido no dio tiempo alguno para un tratamiento bilateral pausado (por los canales discretos que ustedes señalan), porque sus inmediatas y negativas repercusiones en nuestro país y a nivel internacional, exigían una reacción rápida.
Aquí, en Dominicana, se crearon situaciones difíciles y lesivas al movimiento de solidaridad y al propio PCV. Sectores de la izquierda y el progresismo hostil a la revolución bolivariana de inmediato se apoyaron en ese engorroso incidente para entrarle al PSUV y al proceso, mientras los más sectariamente chavista arremetieron contra el PCV al extremo que hubo quienes calificaron al camarada Oscar Figuera como “tipejo” y como “contra-revolucionario”; sin faltar quienes los compararon con Yakú, el candidato presidencial de Pachakuti-Ecuador.
Sobre mi llovieron mensajes y llamadas pidiéndome opinión, y entonces opté por dar la primera declaración ya mencionada, en la que al tiempo de diferenciar mi postura respecto a la posición oficial del PCV -sujetándome a la posición institucional de nuestro partido respecto al proceso bolivariano- enfrenté el maltrato a ustedes y al camarada Oscar, defendiendo a la vez el carácter revolucionario, la firme trayectoria antiimperialista y la reciedumbre moral del PCV y de su Secretario General. Ni en forma, ni en contenido, esa actitud responsable merece el calificativo de “oportunista”.
Hice la declaración a título personal porque todos los dirigentes públicos de nuestra organización estamos autorizados en casos así a hacerlo sin consultar a nuestra Coordinación Central; como también a escribir o intervenir personalmente en los medios de comunicación bajo nuestra responsabilidad.
Todos/as los que ejercemos ese derecho, siempre tenemos presente las posiciones elaboradas colectivamente que sirven de base al accionar y a los pronunciamientos de nuestro dirigentes y militantes; sin sujeción a censura o revisión previa y con un margen importante de creatividad y de reacción propia frente derivaciones y temas no tratados.
En eso evidentemente tenemos normas y culturas políticas distintas.
- NO ES POR DESINFORMACIÓN, SINO POR CONVICCIÓN POLÍTICA.
Al leer nuestras tres entregas, podrán apreciar que lo que ustedes no comparten de nuestra primera declaración, no se debe fundamentalmente a desinformación, sino al análisis que hacemos de la coyuntura internacional y latino-caribeña, al valor que le asignamos al proceso bolivariano y a consideraciones sobre los riesgos derivados del debilitamiento de la unidad entre sus fuerzas motrices y sujetos políticos de vanguardia.
No se trata, claro está, de una verdad absoluta o inconmovible, pero si de una convicción, que sin dejar de debatir las diferencias, obvia el impacto emocional de ciertas contradicciones y maltratos políticos y personales, para centrarnos en enfrentar juntos/as a un enemigo feroz.
No negamos el valor de las críticas que ustedes hacen e incluso pensamos, que en cuanto a sus contenidos esenciales, se pueden identificar no pocas coincidencias. Pero entendemos que ellas deben hacerse en tono constructivo, persuasivo y convincente; sin romper alianzas necesarias, sin emprender rutas separadas, sin tonos hirientes y aportando al conjunto diverso lo más que se pueda. Esto es válido para todas las partes.
Saben ustedes de nuestro interés de participar en los espacios de unidad de los partidos comunistas, donde también está presente una significativa diversidad en cuanto a características y posiciones. La acogida a ese interés de nuestra parte se ha dilatado demasiado y no sabemos por qué.
En verdad no recibimos la carta que sobre este choque con el PSUV ustedes le enviaron al conjunto de PC del continente y del mundo. Pero igual le decimos, con mucha franqueza, que esos espacios no deberían usarse para tratar de parcializar el conjunto con una de las partes que intervienen en conflictos de este tipo, inter-izquierdas.
La táctica de cada partido es responsabilidad de cada uno de ellos, no del conjunto.
La solidaridad bilateral y multilateral contra los enemigos comunes, que no es ni por asomo el caso del PSUV, es otra cosa y debe ejercerse.
Debió ponderarse lo negativo y perjudicial que resultaría ver a un conjunto de partidos comunistas del exterior distanciados del Gobierno Bolivariano y del partido dirigente de un proceso que cuenta con un respaldo popular inmenso y con una activa y amplia solidaridad de las izquierdas mundiales y de los movimientos sociales antiimperialistas.
La solidaridad con ustedes hay que expresarla de otra manera, con otros temas y en ese caso con pronunciamientos particulares, que frente a descalificaciones tan absurdas como eso de calificar sin fundamento al PCV de “quinta columna del imperialismo”, demandan el respeto a la verdad, sin tener que agruparse alrededor de las decisiones de ustedes respecto a la situación venezolana.
Así al parecer lo percibieron muchos PC que optaron por no firmar esa declaración, independientemente del aprecio que de seguro tienen por ustedes.
Finalmente, no es verdad que el Partido Comunista Dominicano (PCD) se “disolvió”. Lo que hicimos fue un proceso de fusión orgánica entre varias organizaciones de la izquierda comunista y adoptamos otra denominación, sin abandonar la propuesta de sociedad comunista como meta final del conjunto de organizaciones que nos integramos en una sola con el socialismo científico como base teórica y guía para la acción.
Nada de esto, sin embargo, disminuye nuestro aprecio por ustedes y nuestra sólida amistad personal con Oscar.
Fraternalmente,
Narciso Isa Conde
Miembro de la Coordinación Central del Movimiento Caamañista-MC