Durante la histórica cumbre intercoreana que el pasado viernes reunió al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y al líder norcoreano, Kim Jong-un, los medios surcoreanos notaron en éste último un inusual cambio de comportamiento.
The Korea Herald informa que, aunque el mandatario de Corea del Norte es un "fumador empedernido", no hizo ni un solo intento de encender un cigarrillo en presencia del presidente Moon Jae-in, pese a que le ofrecieron ceniceros durante las negociaciones.
Solo en una única ocasión se vio fumar al líder norcoreano durante el encuentro, cuando abandonó la sala de banquetes llena de gente y encendió un cigarrillo en un cuarto separado.
Según un funcionario presidencial surcoreano, Kim se abstuvo de fumar en público debido al "simbolismo" de la cumbre intercoreana y al "número de funcionarios" de las ambas partes. En ese contexto, expeler humo en medio de las negociaciones sobre paz y sobre la desnuclearización se hubiera visto como un gesto inapropiado, sostiene el diario.