Aviso

Unos siete millones de personas se quedaron el sábado a oscuras en Centroamérica tras la caída de una línea de transmisión panameña.

El apagón afectó a toda Costa Rica, cuyos cinco millones de habitantes estuvieron sin suministro eléctrico por unas cinco horas, de acuerdo con las autoridades locales.

Varios puntos del país se vieron sumidos súbitamente en el caos. A las 18:00, hora local, se restableció el servicio en la mayor parte del territorio, según informó el Gobierno costarricense.

El apagón fue parcial en Panamá y afectó a varias regiones de El Salvador y Nicaragua, que tuvo que conectarse a Honduras y poner en marcha plantas de energía del sistema nacional.

El presidente del estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Carlos Obregón, explicó que la caída en la línea de transmisión dejó a Panamá sin 500 megavatios de electricidad —equivalente al 40 % de su demanda eléctrica— lo que provocó un desequilibrio en la red centroamericana y dejó a toda Costa Rica sin energía.

Obregón negó que la caída en el servicio eléctrico se hubiera debido a una falta en el abastecimiento, y aseguró que por estar en la época lluviosa, cuando los embalses hidroeléctricos están llenos, el país tiene suficiente energía para exportar a sus vecinos, mediante la interconexión centroamericana.

Los países de esta región, desde Guatemala hasta Panamá, están conectados en una línea única de 1820 kilómetros de extensión.

En Panamá, el apagón se extendió durante tres horas y coincidió con una intervención del presidente, Juan Carlos Varela, en la que defendió su gestión en una cadena de índole nacional con motivo del inicio del cuarto año de su mandato. La empresa estatal de distribución eléctrica panameña, Etesa, manifestó a través de un comunicado que el apagón se había producido por “fallos en la línea de transmisión”.

Solo en las zonas afectadas de la capital panameña y las provincias de Panamá Oeste y Colón viven cerca de dos millones de personas, pero, las autoridades panameñas no confirmaron el número de abonados afectados.

Por su parte, la capital costarricense vivió escenas de caos vial cuando se apagaron los semáforos, mientras que el principal aeropuerto internacional pasó a operar con baterías para seguir funcionando, aunque más lento de lo habitual, según el ministro de Obras Públicas y Transporte, German Valverde.

El restablecimiento del servicio eléctrico normalizó la operación aeroportuaria y vial. Es el primer apagón nacional en Costa Rica desde 2001.

Esta semana, un incendio en una subestación del ICE al sur de la capital dejó temporalmente sin electricidad a unos 100.000 usuarios residenciales y comerciales.