Hoy, a los 618 días de destrucción y masacres del pueblo yemení, el pasado viernes 25 de noviembre, Wikileaks publicó los “Yemen Archivos” y reveló cómo los EEUU alimentaron la guerra con su estrategia de cooperación militar y su juego geopolítico a dos bandas.
Por Víctor Garavito* – El calculo bélico con el que los EEUU manejan su política exterior, siempre les deja una ganancia exponencial a su industria bélica privada cuando desata las guerras. Esta vez consistió en una “inversión” de US$147 millones
de dólares en Yemen, distribuidos de la siguiente forma: 99 de apoyo a la aviación antiterrorista, 41 a la armada para supuestamente combatir la piratería y otros 7 millones para la contra el terrorismo directo.
Según los documentos expuestos por Wikileaks, uno de los sus objetivos trazados del costoso apoyo era hacer de Yemen “un Estado estable donde los extremistas violentos no pudieran operar” y “limitar los impactos regionales del terrorismo, el tráfico y la piratería”. Sin embargo, lo único que hizo fue provocar otra de sus guerras.
Yemen en el 2015 logró superar la inversión que los EEUU hacía en Pakistán, en lo que respecta a la ayuda militar. Sin embargo, para quienes manejaban la política exterior, según lo establecen los documentos difundidos, para la Casa Blanca, el Ejército yemení no era confiable y decidió finalmente apoyar los bombardeos de Arabia Saudita, que cuentan con los suficientes recursos para comprar sus aviones y armamento de alta tecnología, así sea para asesinar a 140 personas durante un funeral.
Y es que el Rey Salmán bin Abdulaziz en marzo de 2015 y en apoyo del presidente yemení exiliado en la capital Saudí, Riad, Abd Rabu Mansur Hadi, decidieron literalmente aplastar el levantamiento de los Hutíes, quienes son un grupo chií muy cercano al eje de influencia de Irán.
Actualmente, los Hutíes combaten contra los saudíes y su coalición compuesta por varios países del Golfo Pérsico, han expresado sus profundas fricciones con Irán y representan los intereses de los EEUU en esta región.
De tal forma que la guerra librada en Yemen es la evidencia que reafirma por qué nunca se puede creer en la política exterior norteamericana; es decir, definitivamente lo único que le sirve a su negocio es el caos. Estos hechos han generado un clima proclive para que resurjan Al Qaeda y el Estado Islámico, como agentes de control sobre esta región.
Yemen Archivos
Los “Yemen Archivos” contienen más de 200 mensajes de correo electrónico y 300 documentos PDF, pertenecientes a la Oficina de Cooperación Militar, MAC; son un total de 500 documentos de la Embajada de Estados Unidos en Sanaa, capital de Yemen.
La serie de correos revelados por Wikileaks, comprende el periodo que va entre el 2009 hasta marzo de 2015, un mes antes que los EEUU provocara la guerra civil en este geoestratégico país del Estrecho de Ormuz. Cabe señalar que la complicación de los documentos corresponde a los últimos cinco (5) años en que Hillary Clinton se desempeñó como Secretaría de Estado [2009-2013] y los dos (2) primeros de John Kerry, en ese mismo cargo.
Por su parte, Julian Assange señaló que: “La guerra en Yemen ha producido más de 3 millones de desplazados internos. Aunque el gobierno de los Estados Unidos ha proporcionado la mayoría de las bombas a los saudíes y está profundamente involucrado en este conflicto, los reportajes de los medios informativos en inglés no dan cuenta de la realidad”.
De igual forma, para nadie es un secreto que Yemen adquiere importancia e interés para la política neocolonial y unipolar norteamericana, debido a su ubicación sobre el Mar Rojo y porque se encuentra en el área de influencia del Canal de Suez, por donde transita el 11% de la producción mundial de petróleo, los 365 días del años.
Por otro lado, Yemen tiene fronteras con Arabia Saudita, al norte y Omán, al oriente; así mismo, tiene acceso al mar arábigo, por donde atraviesa el 20% de la producción internacional de petróleo, a través del Estrecho de Ormuz.
Una de las razones que hay detrás de los bombardeos de Arabia Saudí sobre Yemen radican en el control de un puerto sobre el Estrecho de Ormuz, con el fin de evitar a toda costa el envío de petróleo, por parte de Irán, por esta ruta y, también, el dominio del cruce petrolero a lo largo del Mar Rojo.
Los “Yemen Archivos” ponen al descubierto una gran cantidad de pruebas documentales sobre los aspectos logísticos y de la llamada Financiación Militar Extranjera –FMF- y de otros programas de asistencia de seguridad a las fuerzas yemeníes; pero además, como la Oficina de Cooperación Militar –MAC- benefició a la industria bélica norteamericana y construyó una guerra que, hasta ahora, deja el saldo de 1.339 niños asesinados entre marzo 2015 y octubre de 2016, como lo denuncia la UNICEF, fruto de los indiscriminados bombardeos de una coalición liderada por Arabia Saudita.