Basado en un texto de Pascual Serrano – El Jueves.- La derecha política y mediática española llama “dictadura” al Gobierno de Venezuela y pide la dimisión de un presidente electo por el 51 % de votos.
Pero no pone objeción al recién aupado presidente de Brasil, Michel Temer, que nadie votó y que, según las encuestas, apenas es apoyado por el 10% de la población.
La derecha política y mediática española pide que Nicolás Maduro acepte un referéndum revocatorio a mitad de legislatura. El revocatorio es una fórmula democrática introducida por el chavismo y casi inédita en el mundo. Pero tiene unos plazos, un procedimiento de recogida de firmas y un mecanismo de revisión contra el fraude.
Los medios españoles tienen prisa: exigen a Caracas saltarse dichas garantías democráticas, confiados en que la oposición aproveche el descontento generado por la crisis económica del país.
Por cierto, ¿han leído algún editorial reclamando el derecho popular a convocar referéndums, o a revocar a cargos… en territorio español?
La derecha mediática española nos dice que McDonald’s no encuentra pan en Venezuela para sus hamburguesas. Pero jamás nos habla de la desnutrición infantil y el hambre sufrido por millones de seres humanos en la Venezuela gobernada, hasta los años 90, por la derecha.
Los medios españoles han conseguido que todo el mundo conozca el nombre de los presidentes de Cuba, Venezuela o Bolivia, pero no los de México o Perú. Porque no quieren que sepamos que existen gobiernos de derecha. Y para que pasen desapercibidos sus crímenes y el hambre que provocan, se ocupan de magnificar los problemas de los gobiernos de izquierda.
Y es que la inquina contra Venezuela por parte de los medios españoles quizá tenga algo que ver con las medidas soberanas tomadas un día en Caracas contra ciertas entidades financieras, como el Banco Santander, hoy accionistas –recordemos- de los principales grupos mediáticos españoles. ¿O no?