El Gobierno de Estados Unidos prepara una arremetida contra Brasil, posiblemente para impedir el regreso al poder del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien hoy lidera las encuestas de opinión.
Así lo alertó el periodista estadounidense Brian Mier en un contacto con TV 247 sobre declaraciones del embajador de Washington en este país, Todd Chapman, acerca de la preocupación de la Casa Blanca con la corrupción en el gigante sudamericano, y no con la democracia, refiere Prensa Latina.
Según el comunicador, la potencia norteña prepara un nuevo golpe contra Brasil.
“Fue honesto (Chapman). A Estados Unidos no le preocupa la democracia, sino el petróleo. Esa fue exactamente la razón principal del golpe de 2016, privatizar el presal (grandes reservas de carburante y gas natural)”, afirmó Mier sobre el discurso del diplomático.
De acuerdo con el informador, resulta necesario mantenerse alerta ante una nueva embestida de Estados Unidos y recomendó montar una defensa contra lo que se avecina.
“Prepárense para otro golpe el año que viene, prepárense para un bombardeo en las redes sociales contra el PT (Partido de los Trabajadores) y contra Lula, porque esta es la nueva herramienta de la guerra de espectro completo, originada en Estados Unidos”, advirtió.
El reportero sugirió pensar en “cómo vamos a defendernos de un ataque de esta naturaleza. Todo se está preparando. No podemos pensar que solo porque Lula esté a la cabeza en todas las encuestas será elegido presidente”.
Insistió en que “hay otro intento de golpe electoral que se está montando con ayuda de Estados Unidos, con la CIA (Agencia Central de Inteligencia), probablemente, que estaba allí visitando a (presidente Jair) Bolsonaro, y me preocupa un poco”, añadió.
Recientemente, el gobernador Flavio Dino, del estado de Maranhão (noreste), alertó a Lula sobre un posible atentado en la campaña electoral de 2022.
Dino, quien avisó sobre ese riesgo en la última reunión en Sao Paulo con el ex dirigente obrero, no fue el único líder político que lo hizo.
El gobernador afirmó estar convencido de que la próxima será una campaña marcada por actos de violencia ante la posibilidad de que el ex militar sea derrotado en las urnas.
Para la autoridad estadal, el clima está siendo preparado por el propio Bolsonaro y sus seguidores más radicales, “lleven o no uniforme”.