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Las tropas de EE.UU. abandonaron el aeródromo de Bagram, la principal base militar estadounidense en Afganistán, que ocupaban desde hacía casi 20 años, cortando la electricidad y escabulléndose en la noche. El nuevo comandante afgano de la base no habría sido notificado de la salida de los norteamericanos, constatando su partida horas más tarde, informa Associated Press.

La base, ubicada a unos 60 kilómetros al norte de Kabul, la capital del país, sirvió para lanzar misiones de vigilancia aérea y bombardeos, proporcionó servicios médicos y alfombró la visita de presidentes estadounidenses y otros altos funcionarios del país. Asimismo, sus instalaciones se utilizaron para detener e interrogar a personas capturadas por Washington y sus aliados.

El pasado 2 de julio, EE.UU. anunció que había abandonado por completo ese aeródromo. "Escuchamos rumores de que los estadounidenses se habían ido de Bagram, y a las 7 de la mañana confirmamos que ya se habían ido", dijo el general Mir Asadullah Kohistani, nuevo comandante de Bagram.

"Perdieron toda la buena voluntad"

Por su parte, desde el Pentágono señalaron que la salida de esa base militar se había coordinado con las autoridades de Afganistán. Sin embargo, antes de que el Ejército afgano pudiera tomar el control de ese aeródromo, sus instalaciones fueron invadidas por saqueadores, que se llevaron todo lo que pudieron, según los militares afganos.

En un principio, los uniformados creyeron que los saqueadores eran talibanes y criticaron la forma en que EE.UU. abandonó Bagram, marchándose sin avisar a los soldados afganos encargados de patrullar el perímetro. "En una noche perdieron toda la buena voluntad de 20 años al irse como lo hicieron", censuró un militar.