"Es una locura poner en peligro este hermoso lugar", sentenció la ecologista, Kristen Monsell.
El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump aprobó este lunes la explotación de industrias petroleras dentro del Refugio Nacional Ártico de Vida Salvaje en Alaska, un ecosistema de 7,7 millones de hectáreas.
La medida había recibido también el visto bueno de la Oficina de Administración de Tierras, la cual hizo pública su decisión el pasado jueves. Al mismo tiempo, el Instituto Americano del Petróleo declaraba al respecto que "nuestra industria continuará construyendo".
Por otra parte, grandes empresas petroleras de Estados Unidos como la Conoco Philips y la Red Willow Production Company, ya prevén invertir, al menos, durante 50 años.
“Sigo apoyando proyectos, como Willow, que harán crecer nuestra economía y respaldarán los trabajos de Alaska”, dijo al respecto el gobernador del estado este lunes, Mike Dunleavy, desde su cuenta en Twitter,
Dunleavy continuó argumentando que la presencia de las petroleras generarán “160.000 barriles de petróleo. Potencialmente miles de millones en ingresos durante la vida útil del proyecto, para seguridad pública, carreteras y educación”.
Ante esta situación, la ecologista y abogada del Centro de Diversidad Biológica, Kristen Monsell, argumentó que “es una locura poner en peligro este hermoso lugar en un momento de exceso mundial de crudo”.
No hace falta hacer esto ahora, la economía mundial está en recesión y el precio del petróleo cae, continuó señalando la activista ambientalista estadounidense, quien agregó que la decisión se tomó con mucha rapidez.