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El Gobierno de EEUU lamentó la decisión de un juez federal de bloquear el plan anunciado el año pasado por el Ejecutivo para regular el sistema de extracción de hidrocarburos por fracturación hidráulica (fracking) en terrenos públicos, un nuevo golpe al programa medioambiental de Barack Obama.

 

Un juez de la corte del distrito de Wyoming, Scott W. Skavdahl, emitió a última hora del martes un fallo que impide implementar el plan del Departamento de Interior contra la fracturación hidráulica, al alegar que esa agencia no tiene la autoridad de regular esa técnica que permite extraer petróleo y gas.

 

Las regulaciones, anunciadas en marzo de 2015, tenían como objetivo garantizar la protección de las aguas subterráneas, por lo que exigían a las empresas que aislaran sus pozos extractores de los acuíferos subterráneos con sólidas barreras de cemento.

 

“Es lamentable que la implementación de esta norma siga retrasándose, porque evita que los reguladores puedan (…) asegurar que las operaciones de petróleo y gas se desarrollen de forma segura y responsable en las tierras públicas y tribales”, dijo a Efe un portavoz del Departamento de Interior en un correo electrónico.

 

Esa norma “se dedicaba a asegurar un control adecuado de los pozos, prevenir la contaminación del subsuelo y aumentar la transparencia sobre los materiales empleados en el proceso de fracturación”, añadió la fuente.

 

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, sugirió que el Gobierno de Obama apelará la decisión del juez, al asegurar que seguirá “defendiendo este tipo de medidas en los tribunales”.

 

“Creemos que tenemos un argumento muy sólido al respecto“, dijo Earnest en su conferencia de prensa diaria.

 

El juez de Wyoming alegó en su fallo que una ley de 2005 prohíbe específicamente que el Departamento de Interior regule la fracturación hidráulica, aunque esa agencia considera que sí tiene autoridad sobre la explotación de hidrocarburos en el caso de las tierras federales y las reservas indias.

 

Pero el juez Skavdahl, que fue nominado para el cargo por Obama, insistió en que el Gobierno se excedió en su autoridad, “independientemente de si la fracturación hidráulica es buena o mala para el medio ambiente o los ciudadanos de Estados Unidos”.

 

El congresista republicano que preside la Cámara de Representantes, Paul Ryan, celebró la decisión del juez al asegurar en un comunicado que la regulación de Obama “no solo era dañina para la economía y los consumidores, sino que era ilegal”.

 

El Departamento del Interior había pasado cuatro años desarrollando de manera responsable los recursos de petróleo y de gas, cuya explotación ha experimentado un boom en los últimos años gracias al avance de la técnica de fracturación hidráulica.

 

Ese nuevo procedimiento de extracción de hidrocarburos ha generado preocupación entre la población por el peligro de que provoquen la contaminación del agua potable, la emisión de gases tóxicos al aire e incluso temblores de tierra.

 

La medida bloqueada exigía mayor transparencia a las empresas que se dedican a estas actividades y establecía requisitos más exigentes en cuanto a la seguridad en el almacenamiento de los fluidos residuales resultantes para evitar riesgos de contaminación.

 

La decisión del juez se suma a otro gran revés para la plataforma medioambiental de Obama, el registrado en febrero pasado, cuando el Tribunal Supremo de EEUU bloqueó su plan para reducir las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas.