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Aram Aharonian, fundador de Telesur, ha analizado en una entrevista con Sputnik la situación actual de Venezuela y sus países vecinos, las denuncias hechas por el presidente Nicolás Maduro, y el futuro de la revolución bolivariana.

 

Con respecto a las denuncias de Maduro durante su videoconferencia con la prensa internacional, quien habló de la existencia de “un eje de conspiración Madrid-Miami-Washington”, Aharonian ha declarado que una posible intervención de los EEUU “no está muy lejos de las posibilidades que se manejan”, pero resaltó que el “estallido social” que debería dar lugar a una intervención militar —como la que pide el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe— no ha ocurrido y no parece que vaya a ocurrir en el futuro próximo.

 

Para el experto, EEUU definitivamente ha trabajado en Argentina —con el triunfo de Macri— y en Brasil —con el ‘impeachment’ de Rousseff— para desestabilizar la región.

“Desde el punto de vista legal, constitucionalista, lo que paso en Brasil es una grosería —ha considerado el experto—. Una grosería muy grande.”

 

En esta situación otros países, como Bolivia, Perú, Nicaragua y, por supuesto, Venezuela, se sienten amenazados, ha subrayado.

 

Según Aharonian, en caso de Venezuela, la inteligencia americana “está decepcionada por la falta de cohesión y capacidad de la oposición para crear una estrategia conjunta”. Además, a pesar de que la oposición es mayoría en la Asamblea Nacional Venezolana, “no ha presentado ni un solo proyecto que tenga visos de seriedad”.

 

“La ley de amnistía es un mamarracho jurídico total, lo que ha demostrado que no están capacitados ni para juntarse entre ellos, y que están más preocupados en pelearse por quién puede ser candidato presidencial —de la oposición—”, ha afirmado.

 

Con respecto a la revocatoria contra el presidente Nicolás Maduro, el experto ha defendido que difícilmente la oposición conseguirá los votos necesarios —cerca de 7,5 millones— y ha considerado que los dos años que quedan hasta las próximas elecciones presidenciales no son tiempo suficiente para que la revolución logre sacar adelante la revocatoria. A pesar de todo, según el experto, estos son problemas secundarios.