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soja paraguay

Las multinacionales realizan una nueva ofensiva sobre el Paraguay, a fin de agudizar la acumulación de capital, y con ello, se están generando las condiciones para despojar a los pequeños productores de sus tierras, atendiendo a que la producción de riquezas y acumulación de capital está ligada a la tenencia de la tierra.

 

La arremetida neoliberal está afectando a la sociedad paraguaya. La afectación está evidenciada en la necesidad acuciante, que obliga a la movilización de los campesinos, cooperativistas y otros sectores quienes están pidiendo la condonación de la deuda a los campesinos y el no gravado con el IVA a los actos cooperativos.

 

Este fenómeno, el de la movilización histórica en el Paraguay en la era democrática, en contra de las medidas económicas-políticas del gobierno de Horacio Cartes, se la debe observar como consecuencia de la expansión de la frontera del agronegocio; así como la intención de ir ocupando más territorio. Pues el modelo de desarrollo estractivista y agroexportador no beneficia al pequeño y mediano productor, sino a unos pocos empresarios.

 

La agricultura capitalista o agricultura Farmer tiene como antecedente el despojo y la enajenación histórica de la tierra. El primer gran despojo se dio “una vez finalizada la Guerra Contra la Triple Alianza, grandes extensiones de las mejores tierras fueron transferidas a manos de empresas inglesas, anglo-argentinas, francesas, brasileñas o mixtas” (Palau Viladesau, 2012, pág. 97).

 

La agricultura capitalista adquiere una primera forma en el Paraguay; según Palau (2012), con la colonización de los japoneses y europeos en Itapuá, donde los productores se organizaban en cooperativas para la comercialización de los productos en la región.

 

Esta extranjerización según Palau (2012) ”completado el primer proceso de extranjerización de la tierra y con ello de la economía en el país” se desarrolla a partir de la década del 70 del siglo XX con los comodities: algodón y soja. Estos dos cultivos se constituirían en las cuñas para la acumulación por desposesión o por despojo, con el objeto de dejar desprovistos a los ciudadanos de su patrimonio social, siendo en este caso la tierra.

 

La agricultura Farmer llega con la soja  a su expansión a partir de los años 90 del siglo pasado, desarrollándose en base a la expulsión de los agricultores minifundiarios, cuyas tierras hoy son ocupadas y utilizadas por grandes extensiones de sojales. Muchos de los campesinos tenedores de pequeñas extensiones de tierra se vieron obligados a vender sus fincas a inicios de los años 90, principalmente por las deudas adquiridas para el plan algodonero, atendiendo a que el precio del algodón cayó considerablemente.

 

Teniendo en cuenta estos datos históricos se puede comprender lo que está ocurriendo en el Paraguay: históricamente los pequeños productores del modelo farmer se respaldaron a través de la cooperativización, es decir, se sostuvieron a través de las cooperativas.

 

La lógica de concentración de riqueza del neoliberalismo desata una agenda, minando la permanencia de los medianos productores; en primera instancia instando desde la institución encargada de la política agraria del país a cultivar ciertos productos agrícolas, con la promesa de contar con mercados a buenos precios. Los campesinos creyendo en la política propuesta desde el gobierno de Cartes, acceden a cultivar los rubros sugeridos y recurren a créditos para financiar la campaña agrícola del año.

 

Llegado el tiempo de cocechar los productos sugeridos, los labriegos se encuentran con la sorpresa que no tienen el mercado prometido, y si las hay, el precio de venta es muy por debajo de lo que se les había prometido. Ante esta situación los campesinos deciden agolparse y trasladarse hasta la capital del país, Asunción, a fin de solicitar la condonación de la deuda atendiendo a que el gobierno no cumplió con lo pactado, exigiendo una política seria con un fuerte apoyo a la agricultura familiar campesina.

 

A esta movilización se adhieren los cooperativistas quienes exigen la derogación del cobro del IVA a los actos cooperativos. Estas reivindicaciones llevaron a marchar por las calles de la capital del país a aproximadamente 20.000 personas, por más de 12 días sin que sus reclamos sean escuchados por las autoridades

 

La desatención a los reclamos del trabajador del campo, evidencia varios aspectos de la política de Cartes, uno de ellos de la indolencia criminal ante el reclamo del sector popular, sea esto por ignorancia, corrupción y/o complicidad, principalmente de los poderes tanto Legislativo como del Ejecutivo.

 

Por otro lado, y es lo sustancioso de la línea acción del gobierno, su obsecuencia al capital financiero internacional. Este servilismo se evidencia en cómo genera las condiciones para minar la presencia de los pequeños y medianos productores en zonas agropecuariamente rentables, obligándolos ya por necesidad y la extrema presión, a despojarse de sus tierras.

 

El socavamiento se da con la implementación de leyes con fuertes sesgos oligárquicos desde su creación y aplicación; como es el caso del Iragro (Impuesto a la Renta de las Actividades Agropecuarias) y el IVA a los actos cooperativos.

 

Estos elementos expuestos, desnudan que el fondo de la crisis actual se funda en la necesidad de expansión del modelo agroexportador, y ante la necesidad de más extensiones de tierra están provocando el despojo a través de la deuda, que siendo estas impagas, finalmente son amortizadas con el humilde pecunio del productor, y en este caso, al no contar con el capital el resultado: es el despojo de sus tierras.

 

Por otro lado, se intenta neutralizar la fuente de financiamiento principal de este importante sector, que son las cooperativas. Históricamente el pequeño y mediano productor, para permanecer en la actividad agrícola capitalista, su puntal siempre fueron las cooperativas. Y al ser gravados los actos cooperativos con el IVA, aparte de cargar sobre los hombros de los sectores más pobres la estructura del Estado, estas prácticamente se asemejan a las entidades financieras, casi sin diferencia en materia de intereses. Hecho que coarta la posibilidad de sostener el modelo de trabajo que históricamente venían implementando, en el actual sistema de mercado.

 

El productor se queda inerme, pues las leyes los empuja a despojarse de sus bienes. Este estrategrama se oculta con discursos construidos desde los medios cooperativos concentrados fieles al modelo económico actual, quienes instalan realidades a los efectos de que no se condonen las deudas, como así también, se mantenga el gravado a los actos cooperativos con el IVA.

 

Las discusiones en los medios, en su gran mayoría, dejan estos temas de interés, para dar mayor espacio a las frivolidades.

 

Dar paso a lo superfluo, es dar paso a los ataques personales a instancias de defender los intereses creados, que motivan tales arremetidas. Es así que se desata una campaña violenta desde el gobierno apoyado fuertemente por estos medios, que en su gran mayoría son del propio presidente Cartes y/o sus socios comerciales.

 

Los abordajes de estos temas de relevancia, para el país, se sustituyeron por la priorización de temas de intereses privados, desarrollándose la discusión en torno a las prioridades de conveniencias particulares, llámense estos políticas o económicas, ya que “la circulación de mucha información no está controlada, sino que depende de grupos de influencia, fuentes interesadas, manipulaciones, etc.”(Günther Cyranek y Gustavo Gómez, 2009, pág. 15)

 

Estos “Grupos de influencia” ligados al capital financiero internacional y al agronegocio, sumado a la indiferencia del gobierno, apuntan a la apropiación solapada por desposesión, viabilizada en una crisis provocada, del recurso generador de riqueza, cual es la tierra, con el propósito aumentar la cantidad de terreno cultivado de soja transgénica. Negocio que es manejado por las multinacionales.

 

Adilio Lezcano

Rebelión

Bibliografía

 

Günther Cyranek y Gustavo Gómez. (2009). Libertad de Prensa, Acceso a la Información y empoderamiento Ciudadano.Montevideo : UNESCO.

 

Palau Viladesau, T. (2012). Es lógico que una sociedad agredida se defienda,. Asunción: Arandura Editor

 

Adilio Lezcano es Licenciado en Matemática por la Universidad Nacional de Pilar

 

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=211205&titular=la-avanzada-de-las-multinacionales-del-agronegocio-para-la-apropiaci%F3n-total-del-paraguay-