Esta semana 'El Zoom' analiza el posible cierre de la cárcel de Guantánamo. ¿Por qué quiere Obama clausurar el centro antes de acabar su mandato? ¿Lo permitirá la clase política estadounidense? Javier Rodríguez Carrasco recoge testimonios de los ciudadanos en las calles de La Habana y de EE. UU., y evalúa sus pronósticos ayudado por analistas y expertos en derechos humanos. No se pierda el programa y envíe sus comentarios sobre la existencia de este 'campo de concentración' en pleno siglo XXI.
"Obama anuncia por enésima vez su deseo de cerrar la cárcel de Guantánamo, pero esta vez el anuncio es diferente. Llega a unos pocos meses de que abandone la Casa Blanca. ¿Lo hace por su remisión? ¿Tiene intención política? ¿Estamos ante un hecho histórico a medias? Lo digo porque para normalizar las relaciones con Cuba hacen falta bastantes cosas, incluyendo la devolución de ese territorio", plantea el anfitrión del programa de RT 'El Zoom' Javier Rodríguez Carrasco.
Según el presentador, la clausura de esta prisión responde a una promesa que se convirtió en buque insignia de la campaña electoral del actual mandatario estadounidense "por su eventual aperturismo y por su renovación, algo que, entre otros factores, le llevó al despacho oval".
"El plan del Pentágono a mí me suena más a un maquillaje: maquillaje para Obama, que tendrá una despedida limpia; maquillaje para encubrir traslado de presos, que seguirán entre rejas, y maquillaje para el país en sí", apunta Rodríguez Carrasco.
¿Ha perdido Guantánamo su sentido?
La cárcel de Guantánamo se abrió tras los atentados del 11-S como escarnio contra los terroristas. "Un lugar en el que los culpables debían pagar por todo lo hecho, en el que se haría justicia. Pero, ¿realmente ha sido así? ¿Cuántos de los condenados tienen causas y cargos concretos? ¿Cuántos juicios ha habido tras el 11 de septiembre?", se pregunta Rodríguez Carrasco.
Lo que parecía ser un "edificio de justicia", indica el anfitrión de 'El Zoom', se ha convertido en lo que hoy es: un lugar en el que se violan los derechos humanos y en los que se han practicado las más diversas y crueles torturas. "Si ha perdido su sentido de castigo al terrorismo, ¿por qué ser parte de una violación tan flagrante de los derechos humanos?", critica.
Desde el año 2002 hasta el 2016, la prisión ha albergado un total de 783 prisioneros y en la actualidad se mantienen allí 91 reos. Esto supone grandes costes de mantenimiento. Por ejemplo, en 2015 se ha estimado que EE.UU. se gastó 4 millones de dólares por detenido, lo que supuso un gasto total de unos 455 millones de dólares.
"Si los prisioneros no son procesados, deben ser liberados"
Según Olatz Cacho, responsable del trabajo de Amnistía Internacional sobre EE.UU., los prisioneros deben ser juzgados en el marco de la ley, "en juicios justos", y si no quieren procesarlos deben ser "liberados de inmediato". "Lo que no puede ser es mantener a una serie de personas indefinidamente detenidas sin ninguna otra razón que no saber qué hacer con ellas. Los derechos humanos deben ser la espina dorsal de cualquier plan para cerrar Guantánamo", denuncia.
Cacho apunta que la comunidad internacional exige que el Gobierno estadounidense decida cerrar Guantánamo e insta a llevar a los culpables de las torturas en esta prisión ante la justicia sin ningún tipo de impunidad. Además, la experta defiende respecto al estatus de los prisioneros que no existe vacío legal, sino falta de voluntad política por parte de EE.UU.
Devolver el territorio ocupado, clave en la normalización de las relaciones con Cuba
René González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba, sostiene que EE.UU. debe devolver ese terreno ocupado como parte de la normalización de las relaciones con Cuba y apunta que, con la base, se ha agredido tanto a La Habana como a otros países vecinos, además de seguir siendo un pretexto para crear conflictos.
"La base naval de Guantánamo desde el punto de vista histórico es ilegal; fue una imposición del Gobierno de EE.UU. a través de una enmienda a la Constitución cubana de 1901 en que se le impuso al pueblo cubano tener esa y otras bases que al final no se inauguraron, bajo condición de que si no se aprobaba, no se le daba la independencia a Cuba", explica el experto, que añade que actualmente las razones por las que la base se estableció en 1903 están obsoletas.
Asimismo, González Barrios explica que en la base se han cometido torturas siempre, "incluso antes del triunfo de la Revolución Cubana cuando tenían una prisión, Carabela Point, donde incluso torturaron a trabajadores cubanos que estaban en la base en la época de la Segunda Guerra Mundial". "Obama solo quiere cerrarla para hacer cumplir su agenda política", sentencia.