Las conversaciones de paz que desarrollan aquí representantes del gobierno de Juan Manuel Santos y de las insurgentes FARC-EP, se dinamizaron durante la semana que concluye con la adopción de medidas para acercar un acuerdo definitivo.
Esos equipos decidieron conformar una Comisión Ejecutiva integrada por plenipotenciarios de ambas delegaciones con el fin de facilitar aproximaciones y tomar decisiones para agilizar la redacción de acuerdos y supervisar el trabajo.
Los representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y del Ejecutivo de Santos establecieron también un cronograma que incluye tanto los temas restantes como las salvedades de los acuerdos ya logrados.
Como resultado de esas decisiones, trabajarán en adelante de manera continua, extendiendo los tiempos de permanencia de la delegación gubernamental en La Habana, y planificarán los días de reuniones para facilitar el intercambio de propuestas concretas.
De esa manera, podrán trabajar varios días por separado y reunir la Comisión Ejecutiva cada vez que sea necesario en el Palacio de Convenciones (sede de las pláticas de paz) o en otro lugar.
El pasado martes las partes acordaron también crear un mecanismo, con participación internacional, para monitorear el cese el fuego bilateral definitivo y la dejación de las armas, asuntos considerados claves para el logro de la paz.
Con tal propósito, convocaron a una misión política de la ONU integrada por observadores de países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Según lo convenido, el componente internacional iniciará sus labores una vez se acuerde el fin de la guerra y será el encargado de presidir y coordinar el mecanismo en todas sus instancias, dirimir controversias, realizar recomendaciones y presentar informes.
Precisamente, el tema del fin del conflicto centra actualmente las discusiones de la mesa de conversaciones de La Habana, que adelanta debates sobre el sexto y último punto de la agenda pactada, referido a los métodos de refrendación y verificación del acuerdo final.
Desde la instalación de estos diálogos, en 2012, esos equipos lograron acercar posturas en los puntos de Desarrollo agrario integral, Participación política de las FARC-EP, combate a las Drogas ilícitas, y reparación de las Víctimas de la confrontación.
Las partes aspiran alcanzar este año un acuerdo definitivo que ponga término a más de medio siglo de conflicto social y armado, y brinde garantías para construir una paz estable y duradera en esa nación suramericana.