Aviso

 

Debido a la COVID–19, en el mundo se adoptó el lema de “quédate en casa y lávate las manos”, desconociendo las condiciones de una gran parte de la población que no tiene acceso a servicios básicos como el agua o una una vivienda digna. En América Latina más de 111 millones de personas viven en tugurios[1] y en Colombia alrededor del 12% de la población urbana vive en zonas precarias[2].

A raíz del Decreto Legislativo 579 del 15 de abril de 2020, en el país se suspendió la orden o ejecución de cualquier acción de desalojo, que tenga como fin la restitución de inmuebles arrendados; decisión que tomó el Gobierno Nacional como ejemplo de solidaridad[3] pero no específico la prohibición de las órdenes de desalojo de las autoridades Distritales (expropiaciones administrativas por razones de utilidad pública o interés social).

 

A raíz del anuncio hecho por la embajada de Estados Unidos sobre la llegada de una brigada de Asistencia de Fuerza de Seguridad a Colombia, desde sectores alternativos del Congreso de la República han pedido al presidente del Senado, Lidio García que convoque a una reunión urgente en la corporación para debatir sobre su llegada y su propósito en el país.

Por medio de su cuenta en Twitter, la senadora de la Unión Patriótica, Aída Avella cuestionó las intenciones de la estadía de integrantes del Ejército de los Estados Unidos, «señor Ministro de Defensa, ¿Ud, le puede aclarar al país, si los soldados Estadounidenses, vienen desarmados? Según sus declaraciones vienen a «asesorar» ¿A quién engañan?», declaró.

 

Militares estadounidenses, presentados como “asesores” para evadir el necesario aval del Congreso, llegan a Colombia para supuestamente manejar la lucha de las Fuerzas Armadas contra el narcotráfico, en una actitud descarada de transparentar el intervencionismo de Washington en Latinoamérica. El gobierno del ultraderechista Iván Duque les abre aún más las puertas para poder agredir al campesinado colombiano y, sobre todo, a Venezuela, su vecina del norte.

Un comunicado de la embajada de Estados Unidos en Colombia puso en alerta a los senadores de la oposición. Según el cuerpo diplomático, al país llegó una brigada estadounidense de Asistencia de Fuerza de Seguridad para apoyar al Ejército en la lucha contra el narcotráfico.

 

En un nuevo round el periodista sacó en su columna de los Danieles los contactos de Uribe con el clan Ochoa y otros grupos de narcotraficantes.

En su última columna titulada el Vuelo fatal, Daniel Coronell arranca con todo: «La relación entre el hoy senador Álvaro Uribe Vélez e Israel Londoño Mejía, cuñado de los narcotraficantes Jorge Luis, Juan David y Fabio Ochoa Vásquez, no se limitó a la venta de un pequeño apartamento como lo presentó el jefe del partido de gobierno esta semana. Un documento oficial comprueba que Álvaro Uribe, actuando como director de la Aerocivil, autorizó al mismo Israel Londoño para importar un helicóptero. Un tiempo después ese helicóptero fue inmovilizado por solicitud del Consejo Nacional de Estupefacientes y del ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla. Y ahí no paran las sorpresas.»

 

Según información obtenida tras el análisis de la Operación Bastón, que investiga diversos casos de corrupción y vinculación con la criminalidad por parte de integrantes activos de las FFMM, se ha establecido que en medio de la selva del Darien existiría una pista clandestina desde la que despegan aeronaves del narcotráfico, presuntamente con destino a Estados Unidos.

Según la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, el lugar que estaría siendo usado para fines del narcotráfico estaría en zonas controlados por las operaciones de la Fuerza Pública, y coincidiría con los lugares «que desde 1997 han sido epicentro de bombardeos y de tomas de los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en los territorios colectivos del Cacarica y el Salaquí».