El último Informe de la ONU dice que crece la exportación de cocaína desde Colombia y que se mantiene como primer productor mundial, mientras decrece el área de las plantaciones de coca, que es el resultado del ensañamiento contra las comunidades campesinas.
La Guerra contra las drogas decretada por Estados Unidos hace 46 años, la mantienen pese a su evidente fracaso, medido en el constante incremento del consumo en EEUU, que impone un crecimiento de los cultivos de coca en Suramérica; este aparente contrasentido se explica si se resuelven varias cuestiones:
1. ¿Por qué declaran como objetivo principal al campesino cultivador, si es el eslabón más débil?
Son 5 los eslabones del negocio de las drogas: cultivadores, procesadores, exportadores, distribuidores y consumidores; pero la Guerra de EEUU se centra en los productores, mientras monopoliza el resto de eslabones que son los de más alta rentabilidad. Además, al priorizar sus operaciones militares en los países productores les permite injerir en sus asuntos internos, con lo que mantienen el plan de Guerra perpetua, que demanda su descomunal maquinaria militar.
Trump le exige al tercer Gobierno de Uribe que realice la aspersión con Glifosato contra los cultivos, pese a la prohibición de las Altas Cortes colombianas; a la vez que bajo la excusa de esta Guerra, escala las agresiones contra el Gobierno de Venezuela, convirtiendo al territorio colombiano en base de estos ataques.
2. ¿Por qué se alían con los Carteles de las drogas, si debían estar en Guerra con ellos?
En los planes de Guerra de EEUU pesa más el objetivo contrainsurgente que el antidrogas, por lo que es histórica su alianza con los Carteles, a los que usa para sus planes bélicos al estilo de “matar con puñal ajeno”.
En Colombia en los años 90 del siglo pasado, desde Washington encabezaron la alianza con los Carteles menores para destruir al más grande, el de Pablo Escobar y gracias a esta alianza los transformaron en Carteles mayores; lo que demuestra que EEUU desarrolla una política de reproducción de los Carteles.
Ahora en su plan de derrocar al Gobierno de Venezuela, bajo la doctrina de Guerra Híbrida, los EEUU usan los Carteles de las drogas colombianos como los Rastrojos, los Pachencas, los de Marquitos Figueroa y el Ñeñe Hernández, para realizar operaciones abiertas y encubiertas contra la República venezolana, usando la franja fronteriza colombiana como base de tales ataques. En contraprestación, tales Carteles cuentan con la aprobación para exportar drogas hacia EEUU.
3. ¿Quiénes son los principales usufructuarios del narco dinero?
Está documentado cómo el dinero de todas las mafias lo blanquean los bancos de las grandes potencias. El de los Carteles colombianos lo absorbe la banca de EEUU y los bancos colombianos; esta operación de lavado de narco dinero, la acompañan con la integración de los nuevos ricos al establecimiento de la mano de las élites tradicionales, quienes se lucran por apadrinar este ascenso social. Está vivo el escándalo del asociamiento de la Vicepresidenta de Colombia con un antiguo capo del Cartel de Medellín.
En cuanto a los Carteles que caen en desgracia con los EEUU, estos les ofrecen un paquete de sometimiento a su justicia, en el que les expropian la mayor parte de su fortuna a cambio de penas suaves, una nueva identidad, residencia en EEUU y tener que invertir en empresas estadounidenses. A los jefes del Cartel de Cali les costó 2 mil millones de dólares este acuerdo y al Chapo Guzmán le va a costar 12 mil millones.
4. ¿Qué beneficio extraen al mantener en la ilegalidad el consumo de drogas?
Prohibir el consumo de alcohol o de drogas crea de inmediato mafias de traficantes, dispara los precios, genera altísimas tasas de ganancia -mayores que cualquier otro negocio- y eleva el consumo, porque “lo más prohibido es lo más apetecido”; entonces, si acaban la prohibición, derrumban las tasas de ganancia, esto no lo va a decidir un capitalista genuino.
Una ganancia adicional que obtiene el sistema dominante es el elevado control social que impone la drogadicción en sectores inconformes de la sociedad; son ampliamente conocidas la propagación del consumo de drogas por parte del Gobierno de EEUU entre la juventud rebelde de los años 60 del siglo anterior y en las comunidades negras en los años 80.
5. ¿Por qué no consideran la drogadicción como un asunto de salud pública?
Considerar al drogadicto un enfermo y no un delincuente, implica analizar este problema como un asunto de salud pública y no como EEUU hace hasta ahora, que trata la producción de drogas como un asunto de guerra y da trato represivo a sus ciudadanos consumidores.
Varios estados de EEUU han legalizado el uso recreativo de las drogas, ¿hasta cuándo ese Gobierno y sus seguidores van a considerar que debe ser legal la producción de marihuana y de coca?