En los últimos días se ha hecho aún mas repetitivos los actos de violencia contra las comunidades rurales, especialmente a aquellos que exigen el cumplimiento del Acuerdo de Paz, y un alto a la erradicación forzada; y que en los últimos días acabó con la vida de jóvenes en el departamento de Putumayo.
Según información presentada por la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, el primer hecho se registró el 3 de junio sobre las 6:30 de la tarde, en la vereda Kilili, a pocos minutos de Puerto Asís, en donde fue asesinado Diego Alejandro Núñez joven perteneciente a la comunidad El Silencio, en el corregimiento de Piñuñu Blanco .
Según la organización, Núñez fue atacado por hombres armados con armas de fuego, quienes le dispararon en múltiples ocasiones, y agregaron que el joven, pertenecía al programa Nacional de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, en donde estaba inscrito como recolector.
Ese mismo día algunas horas después, sobre las 9:30 pm en y la vereda Santa Teresa del municipio de Valle de Gómez, a 400 metros de la escuela municipal, la comunidad encontró el cuerpo sin vida de un joven indígena de 25 años de edad, identificado como Guillermo Jojoa Jamijoy.
Según medios locales, el joven no tenía ningún tipo de documento que lo identificara, así que, «fue trasladado a la morgue La Hormiga, lugar en donde horas después llegó un familiar a reconocerlo». Jojoa pertenecía a la etnia indígena de San Miguel y vivía en el resguardo San Fidel
Taboola – Body
Ante los hechos la Comisión señaló que estos se cometieron en zonas controladas «por el grupo armado conocido como La Mafia, estructura heredera del paramilitarismo al servicio del narcotráfico», y resaltaron que estos hechos de violencia se dan en medio de la presencia de la Brigada XXVII de selva y la Policía.
A estos hechos se suma el del pasado lunes 1 de junio 2020, «siendo las 10 am, en zona Rural del Municipio de Orito, fue asesinado Hernán Fajardo Figueroa de 26 años de edad, hombres armados le dispararon hasta
ocasionarle su muerte inmediata», denuncia la Red de Derechos Humanos de Putumayo.
Y agregaron, »es necesario insistir que cada uno de estos hechos se presentan en zonas fuertemente militarizadas, ampliando el listado de casos en la impunidad, acrecentando incluso el miedo generalizado de la comunidad».
Finalmente exigieron respuestas a las investigación y esclarecimiento de estos hechos, y convocaron a las Comunidad Nacional e Internacional, «para que en el marco de la defensa de los Derechos visibilicemos y denunciemos las acciones que ponen en riesgo la vida e integridad física de los sectores sociales».
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