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Mientras grandes empresarios y compradores de Bucaramanga llegaban a la apertura del evento multisectorial Expo Aladi en Neomundo, donde estaría presente el presidente Iván Duque, defensores y defensoras del Páramo Santurbán alistaban sus camisetas, banderas y arengas para manifestar sus inconformidades.

«El agua no es política», alegaba una de las defensoras, mientras un rodete de policías intentaban sacar arbitrariamente al grupo de manifestantes que se encontraban en la entrada del evento. Eran las 3:30 de la tarde y la disputa con la fuerza pública apenas estaba por iniciarse.

Al grupo de manifestantes, conformado por estudiantes, sindicalistas, activistas y ciudadanos, poco a poco empezaba a sumársenles más personas, al igual que el pie de Policías. La orden fue clara: lo más lejos posible y sin parlante, ni micrófono, por lo que la indignación fue mayor: «la nueva ley es medir los decibeles con los que se puede protestar cuando el presidente viene de visita», se escuchó reclamar con tono burlesco un manifestante a los policías.

 

 

El plantón estaba convocado con el objetivo de expresar el inconformismo con la designación que realizó Duque al ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla como ministro de Ambiente ad hoc para resolver conceptos al interior del Consejo Técnico Consultivo de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, en el engorroso proceso de licenciamiento de la empresa Minesa, pues consideran que no es apto por los intereses económicos que han marcado su carrera como funcionario público, caso de los polémicos bonos de agua que endeudó a 117 municipios del país.

Es así como también se envió un mensaje al país de la constante lucha que ha mantenido Santander contra los intereses de quienes quieren favorecerse de la delimitación del Páramo Santurbán que está en curso, para así beneficiarse con la explotación de los recursos naturales de los municipios que lo rodean, «yo soy de California, un pueblo que se afectaría directamente de aprobarse el la explotación de Minesa, y uno se pregunta, ¿entonces qué van a tomar mis nietos y los hijos de mis nietos?, llegan con el cuento de más empleo, más vías, más infraestructura, pero no miran que la vida es el agua», relata una habitante del municipio de California, Santander.

El final de la protesta: la despedida al presidente

Luego de dos largas horas, ya habían alrededor de 200 personas que coreaban «agua sí, oro no», «Carrasquilla, fuera, fuera», pancartas y bailes alegraron el ambiente que estaba a la espera de la salida de la salida del presidente, de Neomundo, un centro de convenciones recién reformado de una manera ciertamente sofisticada, así como los asistentes del evento, quienes ya se encontraban saliendo del evento y de manera curiosa observaban el plantón desde el otro extremo.

Pronto el protocolo presidencial bloqueó los carriles del viaducto de La Flora, congestionando el tráfico cerca de ocho minutos. Los pitidos caóticos de los vehículos atascados, las personas en las orillas del puente peatonal de Neomundo, con sus consignas de protesta «agua sí, oro no», mientras la policía se enfrentaban con la manifestantes que se encontraban con carteles a la orilla de la calle por donde pasaría el presidente, se convirtieron en la gran despedida de la visita de Iván Duque por Bucaramanga.