La descripción de la flora y el uso de ella por la comunidad, con la participación de conocedores regionales y amplios recorridos por la zona de la Amazonía, muestran las plantas útiles con su información etnobotánica para 171 especies, categorías de uso medicinal y alimento.
¿Se puede imaginar solo en medio de una selva? Apenas por accidente o en un mal sueño. Para la comunidad de pueblos indígenas, más de 800 en toda América Latina y el Caribe, los pueblos originarios constituyen un 8,5 por ciento de la población nacida y criada allí, la mayoría de los cuales, han quedado más abandonados a su suerte, que usted en medio de una pesadilla.
“Hemos hablado con varias personas que nos dicen de que ésta enfermedad, es de la Naturaleza, y de alguna manera responde por hacerle tanto daño a la tierra, como a los ríos, el agua, el aire”, nos dice un líder tikuna a quien entrevistamos a través de una interlocutora. Conocida por su trabajo en el Amazonas, Melissa Cañas Giraldo, productora audiovisual, hizo todas las preguntas que le dimos para teleSUR, a Miguel Dionisio Ramos, la voz de los indígenas tikunas en Nazaret, Colombia.
La última de ellas, tiene que ver con la manera de sobrevivir al virus. ¿Con qué cuentan para su protección y atención de salud? “Las personas que murieron, fue porque los atendieron tarde o no muy bien en los hospitales. Ellos no alcanzaron a utilizar las plantas medicinales al principio. O no llegaron a escuchar y entender, de que esta enfermedad iba a ser tan maliciosa. Entonces hay que recurrir a la sabiduría de los abuelos, porque ellos sí saben de las enfermedades que son de la naturaleza”, agrega, recabando al conocimiento ancestral de la etnia tikuna y única tabla de su salvación. Están ubicados al sur de Colombia, 12 kilómetros de Leticia, junto al río Amazonas, en el límite con Brasil y Perú.
Según censo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) los pueblos indígenas en América Latina, alcanzaron hace diez años, unos 45 millones de personas, con una alta heterogeneidad entre los países. En México y el Perú, la población indígena es de casi 17 millones y 7 millones, respectivamente; en Costa Rica y el Paraguay, viven poco más de 100.000 personas indígenas en cada caso. En el Uruguay, casi 80.000.
Cuentan 826 pueblos indígenas en los países de la región, de los cuales una mayoría están en Brasil, 305 pueblos indígenas, Colombia (102), el Perú (85) y México (78); y en el otro, Costa Rica y Panamá, en cada uno de los cuales viven nueve pueblos indígenas, y luego El Salvador (3) y el Uruguay (2).
Si traigo a colación todos esos números, es para saber si alguien que sólo cree en la ciencia, se atreve a negar su sabiduría acumulada por tantos siglos de existencia.
Mujeres-sobrevivencia
Quienes niegan esa información, bien podrían hacer algo más por ellos. Porque son los indígenas, la mayor proporción de personas en la miseria, revela un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El documento reciente con datos de nueve países latinoamericanos, indica que los pueblos indígenas comprenden el 30 por ciento de las personas que viven en la pobreza extrema. El promedio mundial de poblaciones originarias en esa situación, es de un 19 por ciento. Dentro de ello, las que paren y perpetúan la existencia, son el 7 por ciento de las mujeres indígenas, que viven con menos de 1,90 dólares diarios.
Muchos de los ancianos enfermos, son chamanes
Los pueblos indígenas se han enfrentado solos, y en todas las existencias, a las epidemias. Saben cómo actuar. Por eso es importante escucharlos y proceder en consonancia con su conocimiento.
“Bueno creo que es importante en este momento seguir trabajando en la prevención de las personas mayores. Los ancianos son nuestros sabios y es la población más vulnerable de esta enfermedad que nos está atacando y vale mencionarte que muchos son chamanes, son los curanderos que saben mucho de las plantas medicinales y en eso confiamos. Son esas personas que pueden manifestarse o saber de qué trata éste u otro remedio que puede servir para curar esta enfermedad y por eso es para nosotros importante salvarlos a ellos primero”. Continúa el indígena tikuna.
“Todos los elementos tan importantes que ellos nos dan, vienen de la experiencia ancestral, para seguir combatiendo esta enfermedad y que lleguemos hasta el último vivo, sanos y salvo. Hay enfermedades que trata la medicina occidental, y nosotros no podemos hacerlo. En cuanto a la Covid, cuando uno empieza a tener los síntomas, comenzamos a utilizar un bejuco que se llama Bota. Es bien amargo, fuerte, de color rojizo. Toca cocinarlo. Lo tomamos dos veces al día, cada vez con tres cucharadas”.
“Cuando comienza ese dolor de cabeza, es de una que ya lo tienes. Entonces, cuando está muy avanzado, que ya comienza a tener dificultades para respirar, el pecho congestionado, tomamos esa hoja que se llama Malva, además de limón, ajo y hojas de mango. Esas hojas se cocinan y con el humo se vaporiza. Eso te hace sudar y sudar, con lo que se eliminan las bacterias de tu cuerpo. Descongestionan los pulmones. Esos son los remedios que utilizamos”. Responde con la convicción de la vida frente a la muerte.
Amazonas, el de más casos de coronavirus por cada 10.000 habitantes y Leticia, es la cuarta ciudad con más fallecimientos en el país. Foto: John Kenn
El Amazonas sólo tiene 94 camas para hospitalización, 14 para cuidados intermedios y ninguna de cuidados intensivos. En Leticia, la afectación del virus “es tres veces mayor que el promedio nacional”, informó el ministro de Salud, doctor Fernando Ruiz.
Más probabilidades de morir
La suerte es que muchos descendientes se han dedicado a recolectar la información. Surgen repositorios de suma importancia para perpetuar la memoria, la educación sanitaria, así como en defensa de los derechos de sus ancestros.
Asomados a Facebook nos encontramos con la página de Sinergias.“¿Sabían que si vivieran en la Amazonía colombiana tendrían 2.2 veces más probabilidades de morir por el Covid-19?”, dicen mientras alertan a sus comunidades.
Consistentes, han desarrollado una importante labor en medio de la pandemia. https://opiac.org.co/numero-de-casos-covid-19-en-la-amazonia-colombiana-por-municipio/
De igual forma denuncian la actividad extractiva sobre sus recursos naturales, determinante en la sobrevivencia de millones de indígenas.
O trabajan en varias guías medicinales. Los mensajes preventivos frente a una pandemia de este tamaño, han demostrado la empatía con los pueblos originarios. Aún está por demostrar su efectividad.
Resulta recomendable, el estímulo de algunas Universidades latinoamericanas a favor de estudios científicos sobre el tema. De la Universidad de Colombia, conocimos: “Plantas usadas por una comunidad indígena, Coreguaje, en la Amazonía colombiana”
La descripción de la flora y el uso de ella por la comunidad, con la participación de conocedores regionales y amplios recorridos por la zona de la Amazonía, muestran las plantas útiles con su información etnobotánica para 171 especies, categorías de uso medicinal y alimento. Igualmente, recomiendan la elaboración de planes de conservación por la visible disminución de su hábitat en la Amazonía colombiana.
La mayoría de especies de plantas usadas en Gorgonia son empleadas en la medicina.
No todos lo comprenden
Algunos pueblos primitivos creyeron que un demonio o un espíritu entraba en el cuerpo del enfermo. La ciencia-de la cualla mayoría está muy lejos por ineficacia de sus gobiernos- ha demostrado quepuede ser provocada por un virus.AlSARS-CoV-2, se suma el virus de la indolencia.
A la capital de Ecuador, llegan en abundancia las ramas de eucalipto. Se venden de 50 centavos a un dólar, porsus propiedades desinfectantes, antisépticas frente a la Covid-19 y como purificadoradel ambiente.La ciencia también ha probado que sirve para combatir afecciones de las vías respiratorias, como antibacteriano y fungicida.
También en Bolivia, vaporizan por diez minutos cada vez, con eucalipto, manzanilla y huira huira. Los médicos ancestrales, son los chamanes de la región. Las plantas medicinales van a las cámaras que despiden el vapor de estas hierbas.
En una zona rural de Manaos, Brasil, han ido probando según la condición de cada uno, infusiones de saracuramirá (utilizado popularmente en el tratamiento de la malaria), con cáscara de carapanaúba (árbol con propiedades antiinflamatorias), y tecitos con menta, jengibre, jambú, ajo, limón, cáscara de mango y miel. || Foto: EFE
Entretanto el médico Ángel Pichardo, desarrolló una "fórmula inmunológica", de carácter preventivo, compuesta por açaí, cúrcuma activada, maca y moringa y ginkgo bilova, distribuida gratuitamente entre personas de avanzada edad y en situación de vulnerabilidad del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. Catedráticos dominicanos, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) pidieron confirmar investigaciones existentes en el país sobre el valor nutricional, antioxidante e inmunológico de plantas medicinales, las cuales pueden emplearse contra la Covid-19.
LEA TAMBIÉN:
OMS recomienda no usar remedios sin estudios clínicos previos
Igualmente en Haití, la medicina tradicional en el arte de la curación, ha pasado de una generación a otra, como fruto de una larga observación y acervo de experiencias en el tiempo. Los historiadores haitianos afirman que en el campo de la medicina, los indios de la isla conocían bien sus tradiciones curativas y al mezclarse con las de los esclavos negros importados de África, se consolida como sistema médico empírico.
A propósito, de los garífunas, etnia surgida del mestizaje de varios grupos originales de África y del Caribe, surge una invitación educativa. Específicamente, citan las hondureñas: “Para nosotras, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, es un enorme orgullo y una gran alegría circular esta propuesta. Tienen una pequeña muestra del cúmulo de sabidurías y prácticas que el pueblo de Barauda ofrece a toda la gente de todos lados, en este momento en que el miedo nos hace perder la ruta y darle más poder a quienes nos lo han quitado todo”
En algunos lugares se valoran más
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la medicina basada en plantas fue clave en la lucha contra el brote de Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por su sigla en inglés) en China de 2003, así como en el aumento de la inmunidad contra el SIDA en África.
Elissa Foster, directora de programas de postgrado de la comunicación de salud en el Colegio de la Florida, ha dicho que “(los remedios naturales) tienden a enfocarse alineados con las propias defensas del cuerpo para mantener la salud (prevención y apoyo inmunológico)”, entretanto los medicamentos recetados sirven principalmente para curar una determinada enfermedad. Dado que aún no se ha encontrado una cura para Covid-19, aconseja recurrir a tratamientos herbales porque ayudan a desarrollar una forma más fuerte de prevención”.
Para asegurarse de que su conocimiento sea útil, y no robado por las farmacéuticas, los Matsés han impreso su enciclopedia en su lengua nativa de igual nombre. Una tribu del Amazonas, entre Brasil y Perú, ha creado una compilación de 500 páginas de su medicina tradicional, recopilada por cinco chamanes, con la ayuda del grupo de conservación Acaté. La metodología desarrollada por ambos grupos, es ejemplarizante para que otras culturas indígenas protejan sus conocimientos ancestrales, cuando poco a poco, van muriendo los abuelos.
La pandemia no nos arrebata los secretos, sino sus cofres: los chamanes y médicos naturistas que guardan la sabiduría, desde tiempos inmemoriales.