Diversos consorcios automotores, incluso los conservadores, han invertido en la producción de vehículos voladores y se espera que estén a la venta durante 2018.
La compañía alemana Daimler invirtió 25 millones de euros en la empresa E-Volvo, que desarrolla el vehículo eléctrico volador de dos plazas “Volocopter”.
Mientas que la compañía japonesa Toyota comenzó en 2014 a financiar un proyecto para crear el carro volador “Cartivator”, para ser usado en pequeñas zonas urbanas.
Por su parte, la marca de automóviles Geel, de China, adquirió la empresa estadounidense Terrafugia, que diseñó un auto volador de cuatro plazas, que puede volar a una altitud máxima de 3.000 metros y alcanzar una velocidad en el aire de 320 kilómetros por hora. El Transition Terrafugia presentado por primera vez en 2009, está equipado con dos alas plegables laterales.
En Rusia, la creación de los vehículos voladores está a cargo de la compañía Hoversurf, que presentó la motocicleta voladora Scorpion 3 a mediados de 2017, y de la compañía Kalashnikov, que mostró el vuelo de un vehículo de despegue vertical a finales del año pasado.
