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El nuevo método para tratar las células cancerígenas podría aplicarse en diferentes tipos de cáncer y evitar o reducir las consecuencias de la quimioterapia.

Científicos de la Universidad Nacional Australiana estaban investigado cómo el cambio en el acceso de proteína en las células podría utilizarse para tratar la diabetes, cuando se dieron cuenta de que el mismo método que estudiaban podría ser utilizado en la lucha contra el cáncer, informa ABC. Los investigadores identificaron una ruta de suministro vital que las

células cancerosas utilizan para obtener sus nutrientes y decidieron intentar modificarla para detener el crecimiento de los tumores.

 

Al principio, al intentar aplicar el método de bloqueo de la entrada de nutrientes a las células cancerosas, los investigadores, liderados por el doctor Stefan Broer, no obtuvieron resultados positivos, puesto que estas se adaptaban a los cambios: buscaban y abrían otra 'puerta', obteniendo de allí los suministros. Posteriormente, los científicos cambiaron la estrategia y realizaron un "ataque en dos frentes" sobre las células: con una técnica de silenciamiento génico bloquearon cualquier acceso a las puertas, para que las células cancerosas se quedaran sin suministros, y así consiguieron que su crecimiento se redujera en un 96%.

 

Una técnica que podría ser universal

 

La ventaja de este método de tratar las células cancerosas 'hambrientas' es que podría aplicarse en diferentes tipos de cáncer. "Vemos que una gran cantidad de células cancerosas parecen utilizar el mismo principio que el que descubrimos, por lo que creo que esto podría tener una aplicación más amplia que la de un solo tipo de cáncer", afirmó el investigador, y sugirió que si el método acaba siendo un éxito, podría eliminar la necesidad de tratamientos como la quimioterapia, que dejan a los pacientes con efectos secundarios indeseables o reducir considerablemente dichas consecuencias.

 

Con este tratamiento, puede que los efectos secundarios estén menos presentes

 

Además, según los científicos, ya existen "algunas pruebas de que este método no dañará las células sanas en el cuerpo": "Las terapias contra el cáncer tienen una gran cantidad de efectos secundarios y generalmente el sistema inmunológico se ve perjudicado. Con este tratamiento, puede que estos efectos secundarios estén menos presentes", destacó Broer.

 

Dado que el descubrimiento podría conducir a nuevos tratamientos para detener el crecimiento de tumores, el siguiente paso de la investigación, según los científicos, consiste en desarrollar un compuesto o fármaco para bloquear las proteínas y llegar a utilizarlo en humanos.