El IV Congreso mundial de Reservas de la biosfera llega hoy a su fin con la firma de la Declaración de Lima, el documento que traza la ruta de acción de 651 sitios del planeta para los próximos 10 años.
La directriz, según especialistas, marcará un antes y un después de este congreso, pues presenta iniciativas y proyectos para lograr un desarrollo sustentable en estas zonas.
Distribuidas por todo el orbe, las Reservas de la biosfera son áreas protegidas integradas por ecosistemas terrestres, costeros y marinos, con una visión más integral, al combinar trabajo de conservación y preservación con la vida humana en las localidades en un equilibrio hombre-naturaleza.
La cita, que por primera vez se efectúa en una nación latinoamericana, reunió a más de mil representantes de estas áreas de unos 120 países.
El hecho de traer el congreso a Perú es símbolo de lo que significa el programa El Hombre y la biosfera en Iberomérica, dijo a Prensa Latina su presidente, Sergio Guevara. América Latina y el Caribe son zonas con mucha biodiversidad y tienen cosas que mostrar, añadió.
Cuba trajo sus experiencias en el manejo de seis áreas y mostró el trabajo con los jóvenes en la península de Guanacahabibes, en la región más occidental de la isla.
Cada congreso aporta, venimos a aprender y retroalimentarnos, comentó a esta reportera Maritza García, directora de la Agencia cubana de medio ambiente.
Organizado por la Unesco y su programa El hombre y la biosfera, el congreso tuvo como sede el Centro de Convenciones de esta capital.