Aviso

 

La vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez, compartió este viernes un avance alcanzado por científicos sobre uno de los mayores misterios sobre el planeta Marte.

A través de su canal en Telegram, Jiménez explicó que en los años 70, la sonda Viking, enviada por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa) para estudiar Marte, tomó imágenes y mediciones que demostraban un dato peculiar en ese planeta.

“Vieron que este está dividido en dos partes muy claras. La zona sur está llena de cráteres y marcas de flujo de lava, mientras que la norte es plana y lisa. Además, la zona sur tiene una diferencia de altitud con la norte de unos cinco o seis kilómetros, siendo la zona sur la más elevada. Esta clara diferencia entre una mitad y otra fue bautizada como dicotomía marciana y su origen ha sido un misterio desde entonces”, añadió.

Según el texto difundido por la también ministra para Ciencia y Tecnología, principalmente había dos hipótesis: la endógena y la exógena, pero con el módulo Insight enviado por la Nasa a Marte en 2018, se han obtenido datos suficientes para determinar una dirección.

“Ha sido posible gracias, por un lado, al sismógrafo ubicado entre los instrumentos de la nave y, por otro, a la ubicación de aterrizaje de esta, muy cercana a la frontera que separa las dos mitades de la dicotomía marciana”, indicó.

Además, precisó que hay aún más datos heterogéneos entre las dos mitades de Marte. “Por ejemplo, la corteza de la zona sur es más gruesa y sus rocas poseen magnetismo, por lo que indican que pertenecen a una época en la que este planeta tenía un campo magnético global”, acotó.

“Hay científicos que creen que esto puede tener un origen externo, por el impacto de un gran objeto que alterara súbitamente la orografía del planeta. Esa es la teoría exógena. Por el contrario, otros científicos consideran que puede deberse al flujo de calor que se produce de las zonas más calientes a las más frías del interior del planeta. Son los defensores de la teoría endógena”, detalló.

Insight fue clave

Citando a un artículo para The Conversation, uno de los investigadores que han analizado los datos, Hrvoje Tkalčić, comenta que la Tierra está llena de sismógrafos extendidos por todo el planeta, pero en Marte se apuesta todo a la eficacia de Insight.

“El sismógrafo que se encuentra a bordo del módulo de aterrizaje identifica las ondas S y P, asociadas a la vibración del terreno y, al medir la diferencia de tiempo entre unas y otras, localiza la ubicación de los terremotos. Las ondas P son las que se conocen como primarias, mientras que las S son las secundarias. Reciben este nombre porque las P son mucho más rápidas, de modo que llegan antes a los sismógrafos”, resalta.

Asimismo, indica que al saber la velocidad a la que se mueve aproximadamente cada una y al diferencia entre ellas, “el tiempo que pasa entre la llegada de unas y de otras ayuda a calcular la distancia que hay entre el centro del terremoto y el instrumento que ha localizado las vibraciones. Esto es aplicable a la Tierra, a Marte o cualquier planeta con terremotos”.

“Analizando el movimiento de las partículas en el suelo se puede saber cuál fue la dirección del terremoto. Con esta información y otros datos procedentes de cámaras satelitales, se pudo localizar un grupo de terremotos en las tierras altas del sur que serviría para estudiar más a fondo la dicotomía marciana. Después, se localizó otro grupo de terremotos interesante en las tierras bajas del norte”, agrega.

Resolución del misterio

Con esta información, los científicos de la misión Insight estudiaron cómo perdían energía las ondas S a medida que se extendían por la roca de cada parte del planeta. El resultado fue que las ondas perdían la energía mucho más rápido en el sur, por lo que se puede intuir que la roca subterránea en esta zona está mucho más caliente.

Con esta nueva investigación la balanza se inclina por la hipótesis endógena sobre la dicotomía marciana, lo que aporta a los avances para la resolución del misterio.