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Un estudio publicado por la revista Nature, señala que uno de cada 10 nuevos casos de diabetes se atribuye al consumo de bebidas azucaradas, entre otros efectos nocivos a la salud. 

La investigación se basa en el análisis de datos de 184 países en el que se registró una mayor proporción de casos en el África subsahariana, América Latina y el Caribe, algo que los autores atribuyen al cambio de dieta imitando un estilo de vida más occidental e industrializado. 

El estudio evidencia que la región americana tiene el 24,4% de los nuevos casos de diabetes tipo 2 y el 11,3% de los problemas cardiovasculares están relacionados con el consumo de bebidas azucaradas, como refrescos o bebidas energéticas. 

La diabetes sigue en aumento

Respecto a este tema, la vicepresidenta sectorial para Ciencia, Tecnología y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, señaló en su canal Telegram que es importante tener en cuenta que la enfermedad cardiovascular es la causa número uno de muerte a nivel global, mientras que la diabetes sigue en aumento. 

“La incidencia de la diabetes tipo 2 se ha disparado casi un 60% en tres décadas entre la población adolescente y joven”, escribió en su cuenta. 

En este sentido, la también ministra para Ciencia y Tecnología explica que cada año se beben más bebidas azucaradas, a pesar de que los estudios científicos señalan que sus riesgos son abrumadores y muchos países están tomando medidas para limitar su consumo. 

Apuntó que las latas de Coca Cola o de Red Bull son perjudiciales para la salud, pero su presencia es constante en la dieta y su consumo está muy normalizado. 

También menciona que el consumo de estas bebidas con cafeína en niños interfiere en su desarrollo físico, emocional y social. 

“Las bebidas con cafeína y azúcar pueden limitar el apetito, causar caries dentales, obesidad y provocar efectos como: ansiedad, deshidratación diarrea, palpitaciones del corazón, hipertensión, insomnio, nervios, náuseas, inquietud que pueden tener consecuencias para la salud a largo plazo” añadió. 

En dicho estudio los expertos hablan de un ambiente obesogénico y alertan que el aumento de peso y las enfermedades asociadas no se debe a la falta de voluntad individual, sino a la presencia constante y la facilidad de consumo de este tipo de bebidas, cuyo alto contenido en azúcar (y en algunos casos cafeína) las hace adictivas. Solamente, estarían fuera de esta categoría las bebidas light y cero. 

Los autores de la investigación subrayan la necesidad de implementar más políticas para regular la venta y el consumo de bebidas azucaradas en todo el mundo.

 “Las familias debemos estar más atentas para asumir un rol orientador en la nutrición de nuestros hijos e hijas, la salud de todos comienza con los hábitos nutricionales correctos, desde el hogar y la escuela tenemos el deber de descolonizar la ‘alimentación’ impuesta por la globalización y los grandes emporios agroindustriales, es una tarea indispensable para garantizar la vida y el futuro de nuestros pueblos” concluyó la ministra.