Los científicos rusos que desarrollan una vacuna contra todo tipo de cáncer aseguran que los estudios preclínicos han arrojado buenos resultados.
De acuerdo con los ensayos en un melanoma, se ha demostrado que tras su uso el tumor se disuelve e incluso desaparecen las metástasis, declaró en días recientes el director del Centro de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia, Alexander Gintsburg.
“En los ensayos preclínicos vemos que el tumor simplemente se disuelve, desaparece, y no solo el tumor en sí, sino que incluso desaparecen las metástasis. No excluyo que también tengamos pacientes en la cuarta fase”, precisó.
La meta de quienes impulsan este proyecto es probar el efecto que tiene en otros tipos de cáncer como pulmón, riñón y páncreas.
Recordó que se trata de una oncovacuna personalizada y en cada paciente en particular, con el uso de la inteligencia artificial, se podrán analizar los parámetros del tumor y elaborar un plano.
Esto les permitirá elaborar la vacuna para el paciente y estiman que se haga en una semana. A mediados de año ya se había informado que las primeras pruebas fueron efectivas en ratones.
La tecnología que se está utilizando para su desarrollo es el ARN mensajero (ARNm) y se proyecta como una vacuna de tipo terapéutica y no preventiva.
Gintsburg acotó que una persona que lucha contra el cáncer tiene más beneficios de esta tecnología porque supera los efectos secundarios, que una persona sana.
Al referirse a vacunas personalizadas, básicamente lo que pretenden los científicos es que, a través de biopsias a los tumores, puedan determinar qué mutaciones se han producido.
De esta manera, con un diseño ARNm se busca codificar los péptidos (unión de varios aminoácidos) necesarios para enseñar al sistema inmunológico del paciente a responder al tumor.
“Esto es necesario para mostrar al sistema inmunológico de una persona con cáncer cómo distinguir una célula sana de una maligna”, dijo.
“Después de todo, solo pueden diferir en un punto de mutación: solo un aminoácido. Una mutación puede convertir una proteína normal en una mutante y este mutante ya inicia toda la transformación del tejido normal en un tumor”, agregó a Gazeta.ru.
Antecedentes. En otras partes del mundo también se adelantan estudios de vacunas contra el cáncer en casos como el de pulmón de células no pequeñas o cáncer de pulmón no microcítico, como asegura la compañía Biontech utilizando la misma tecnología ARNm.
El pasado mes de septiembre, se informó que se llama Bnt116 y que los ensayos se realizan en varios países de Europa como Alemania, España, Hungría, Reino Unido, Polonia, Turquía y en Estados Unidos.
Está desarrollada con seis antígenos compartidos para desencadenar una respuesta inmune fuerte y precisa.
Por otra parte, información referida por la Sociedad Americana del Cáncer en su portal web indica que se conocen otras dos vacunas aparentemente aprobadas en territorio estadounidense.
Una es Sipuleucel-T o Provenge, que es contra el cáncer de próstata avanzado como respuesta cuando la terapia hormonal no resulta, pero con efectos como fiebre, dolor de articulaciones, náuseas, problemas para respirar e hipertensión arterial, entre otros.
Otra aprobada es la Talimogene laherparepvec o T-VEC, una vacuna contra el cáncer de piel tipo melanoma avanzado.
El centro Gamaleya es el que también creó la vacuna Sputnik V contra la covid-19 y fue no solo el primero, sino uno de los biológicos más distribuidos.
ARNm.
Según la Organización Panamericana para la Salud (OPS), la tecnología de ácido ribonucleico (ARN) mensajero, o simplemente ARNm, reduce las complejidades y riesgos de bioseguridad.
En este tipo de vacunas, a diferencia de las tradicionales, no se utilizan virus vivos. Además, tiene como función entrenar a las células para crear una proteína que desencadena la respuesta inmunitaria.
“Esta versatilidad lleva a los científicos a creer que la tecnología del ARNm puede utilizarse para desarrollar vacunas nuevas y eficaces contra futuras amenazas para la salud pública”, detalla el organismo internacional en su portal web.
Datos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge que la dimensión del problema hace del cáncer la principal causa de muerte en el mundo. Los de mama, pulmón, colorrectal, próstata y gástrico son los más comunes.
En el caso de las Américas, en 2022 murieron 1,4 millones, 45% de ellas de unos 69 años de edad o más jóvenes, mientras que el total de casos se estimó en 4,2 millones ese mismo año y se proyecta que aumentará hasta 6,7 millones en 2045.
En esta parte del mundo, los cánceres con las tasas más elevadas de mortalidad son del pulmón, con 20,6%; próstata, con 14,5%; colorrectal, 10,6%; páncreas, 7%; e hígado con 6,6%, todos en el caso de los hombres, y en mujeres, pulmón, con 18,4%; mama, 17,5%; colorrectal, 10,6% y páncreas, 7,2%. En 2020, se atribuyeron a esta enfermedad casi 10 millones de defunciones, es decir, casi una de cada seis de las que se registran, cita la OMS.