Un equipo internacional de investigadores dirigido por el astrónomo Sangeetha Nandakumar de la Universidad de Atacama (Chile), dieron a conocer que uno de los objetos más brillantes del cielo nocturno no es exactamente una estrella.
En concreto, se trata del satélite BlueWalker3, el cual fue lanzado en septiembre de 2022 por la empresa estadounidense AST SpaceMobile, cuyo plan principal sería construir toda una constelación con estos dispositivos; refiere Sputnik.
Esta decisión pone en alerta a los profesionales de la astronomía, quienes señalan que es un riesgo para el espacio.
Para los expertos, el principal problema es que el “espacio exterior pertenece a todos y a nadie al mismo tiempo” y puede convertirse el espacio en un “caos absoluto”.
A esto se le suma que existen cerca de nueve mil (8.693) satélites artificiales en el espacio.
Los investigadores piden que se regule el envío de satélites, sino para 2030 se calcula que existan unos 100.000 satélites.
Los investigadores advierten que a pesar de los muchos esfuerzos realizados por la industria aeroespacial, los responsables políticos, los astrónomos y la comunidad en general para mitigar el impacto de estos satélites en la astronomía terrestre, la tendencia al lanzamiento de satélites cada vez más grandes y brillantes sigue creciendo.
“Las evaluaciones de impacto de los operadores de satélites antes de su lanzamiento podrían ayudar a garantizar que el impacto de sus satélites en el entorno espacial y terrestre se evalúe de forma crítica”, refiere el texto, publicado por el medio citado.