La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), pese a que aún falta mucho por hacer, está dando sus frutos materiales y concretos, aunque hay que darle mayor celeridad y dinamismo y, sobre todo, para que esta organización no muera a temprana edad, pasa, entonces, porque cada uno de los miembros que la conforman, se deslastren de las rémoras y vicios del capitalismo, los que chocan odiosamente contra los
principios y valores de esta alianza e integración, para que no perezca, como muchos aspiran y fuerzan para que así sea, a pesar de su participación en el seno del ALBA-TCP, sólo por estar enclavados geográficamente en esta parte del planeta, aunque son los perritos fieles y mansos, como el infeliz lacayo imperial Pedro Pablo Kuzinski.
12 años de un proyecto integracionista
El caso es que cumplidos, este pasado cinco de marzo de dos mil diecisiete (05/03/2017), cuatro (4) años de la muerte del Comandante Hugo Chávez, cohacedor y profeta de esta alianza de integración y solidaridad, junto con el Comandante Fidel Castro, se ha dado, después de trece años desde su fundación, la XIV Cumbre en Caracas, de donde ha surgido, entre otras importantes decisiones, la resolución de apoyar al Pueblo hermano mexicano y crear un fondo de apoyo, además de atención directa y personalizada en cada consulado nuestroamericano y caribeño, contra la agresión racista y aporofóbica, más que xenofóbica, hecho que, deliberadamente, ignoran y callan en los supuestos centros del saber, en donde se cultiva la ignorancia aprendida al servicio del Estado burgués, entre los que destacan, como vergonzosa paradoja, todas las universidades enclavadas en suelo de los países miembros de la ALBA-TCP, con la honrosa excepción de la libertaria y socialista, Cuba.
Esta decisión importante de la ALBA-TCP, fue presentada como fraterna iniciativa del Presidente Nicolás Maduro Moros y acogida, unánimemente, por los presidentes y jefes de gobierno presentes, más los comisionados en representación de sus presidentes que estuvieron ausentes, por cuestiones del retratarse con los izquierdosos en tiempos en los que les están recogiendo cabuya y se están manifestando las paradojas, para romper la unidad de nuestros pueblos por instrucciones imperiales, hecho que contrasta con el ejemplo de nuestro amado hermano aymara e hijo de Bolívar, Evo Morales, quien suspendió su tratamiento y reposo, para asistir a la Cumbre.
Pero, el muro va y como amenazó el retroconservador presidente estadounidense, “lo pagarán los mexicanos”, por la vía impositiva a las exportaciones de los centroamericanos y las de los productores de materia elaborada estadounidense.
Se trata, entonces de que no sólo desde la ALBA-TCP, sino que como estrategia común, con la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), la Comunidad Económica Latinoamericana y Caribeña (CELAC) y el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), hagamos esfuerzos, partiendo de la campaña y educación de nuestros connacionales, para que, bajo el principio de reciprocidad, hagamos que tanto el muro, como la política racista y aporofóbica, colapsen, a lo interno del suelo estadounidense e implosionen, con las peores condiciones y consecuencias que puedan estremecer la economía estadounidense, la que dejó en default el saliente endorracista y genocida del siglo XXI, Barack Husseín Obama.
El cómo hacer para colapsar e implosionar el muro racista y aporofóbico, es sencillo: Promovamos y ayudemos a que cada extranjero documentado e indocumentado, se nuclee y apoye en circuitos o células de centros de trabajo, para que comience, gradual y masivamente:
a) Paralizaciones laborales y boicots colectivos en los centros de comercio, servicios y producción, desde las señoras del servicio doméstico, pasando por barrenderos, agricultores, lavadores de piscinas y platos, hasta llegar a corredores de la Bolsa de Valores, científicos y profesionales;
b) Éxodos masivos de familias y trabajadores hacia otros países que los acojan en iguales y mejores condiciones que en EEUU y si retornan a sus patrias de origen, que desde los fondos y bancos de la ALBA-TCP, UNASUR, CELAC Y MENOAL, se les provean fondos económicos, de estímulo, desarrollo y producción, para que retomen la vida ciudadana con felicidad, el buen vivir y el vivir bien, como era el vehemente anhelo de Chávez y Fidel.
Y, si desde estos organismos de integración no somos capaces de acometer estas sencillas acciones con inversión social (que no debe ser vista como gasto), entonces, lo mejor sería quedarnos bien calladitos y dejar que el Loco de América, con su odio por los pobres y fasciorracista, logre su cometido con su muro y otras extravagancias en detrimento de nuestros pueblos del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar.
Está fácil hacer colapsar el muro de Donald Trump. Pensemos y actuemos como guerrilleros y que se queden solos los que tengan vocación de esclavos y serviles en suelo estadounidense.