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COLECTIVO POLITICO AL SOCIALISMO EN NUESTRA AMERICA 

Son repudiables los acontecimientos en los que se vio involucrado el Señor Miguel Uribe Turbay. La acción de los sicarios se repite a diario en el país. Según Indepaz, 67 líderes sociales y 27 firmantes de paz, han sido asesinados en lo que va del 2025.

Solo cuando los sucesos afectan a un miembro de la oligarquía, se habla del deterioro de la seguridad en la nación. Como si una vida humana valiera más que la de los demás. La afectación familiar es dolorosa en todos los casos.

Es de rechazar el que se utilice políticamente un suceso con tantas irregularidades, para dar la sensación de ingobernabilidad y atacar al gobierno del cambio. Una de las estrategias para continuar con las acciones del golpe blando.

Por eso, no se hicieron esperar los comentarios amenazadoramente injerecionistas del secretario de estado de estados unidos, en los que llama al presidente Petro a "disminuir la radicalización de su discurso izquierdista".

"es resultado de la violenta retórica izquierdista proveniente de las más altas esferas del gobierno colombiano".

"El presidente Petro debe moderar su discurso incendiario y proteger a los funcionarios colombianos".

Igualmente, irresponsables, temerarios y repudiables han sido los comentarios desde la extrema derecha, en los que se acusa al gobierno popular de haber promovido el atentado.


Se sabe que el momento político es favorable a los sectores populares y al multilateralismo, por lo que a la derecha solo le queda la opción de la violencia y el caos para perpetuar su modelo opresión y muerte.

Tan desafortunado suceso no les quita a los congresistas su carácter de funcionarios elegidos por votación y pagados por la ciudadanía, a la que deberían servir. No les quita su catadura tramposa, antidemocrática y antipopular, si es que con ese atentado se busca desviar la atención acerca del deterioro de la imagen de esta corporación. Sigue siendo una institución desprestigiada que debe ser revocada y reemplazada por una asamblea nacional popular.

El pueblo colombiano no es el responsable del atentado y no tiene porqué sufrir las consecuencias que conducen a políticas contrarias al bienestar público y a los objetivos sociales. La lucha sigue, como ha seguido muy a pesar de los líderes populares asesinados. Para nada ha cambiado la miseria en la sociedad.

Agotados los inventados, frecuentes y desaforados escándalos con los que se ha atacado al presidente, su familia y equipo de gobierno, ya desgastados no causan impacto en la población y ya era hora de que los enemigos del pueblo pasaran a los atentados, como era de esperarse. No causan sorpresa. Igual se hizo con el candidato Fernando Villavicencio en Ecuador, cuando Luisa González lideraba la preferencia popular.

Se quiere llevar al país a una confrontación en la que los pobres ponen los muertos en beneficio de los vendedores de armas y de intereses particulares.

Hay que cerrar filas alrededor del gobierno del cambio y no ceder a las provocaciones de los criminales que quieren desestabilizar al país.

 

Junio 09 de 2025