Alwaght- Staffan de Mistura, enviado especial de la ONU para Siria, ha recomendado una autonomía en la parte oriental de Alepo mientras sabe que Al-Qaeda lidera los grupos armados que operan en estas zonas. Hay que tener en cuenta que Al-Qaeda está incluido en la lista de organizaciones terroristas de la ONU y varios países occidentales como Estados Unidos.
El gobierno de Damasco rechazó con determinación esta iniciativa de la ONU ya que ningún país en el mundo no acepta que su soberanía nacional sea violada y que un grupo terrorista controle partes de su territorio.
Según la idea de la ONU, el gobierno sirio debe permitir la salida de los grupos armados de las zonas cercadas y la creación de una región autónoma en el este de Alepo. “Nosotros estamos de acuerdo con la necesidad de la salida de los terroristas del este de Alepo, pero no aceptamos que más de 275 mil sirios que viven en esta zona sean secuestrados por los grupos armados”, dijo el canciller sirio, Walid al-Moalem, durante su conferencia de prensa conjunta con de Mistura.
Alepo, la segunda ciudad mayor de Siria, tiene una gran importancia en la guerra siria y cualquier parte que tome el control total de esta ciudad podrá proclamarse como el vencedor del conflicto. El equilibrio en el campo de batalla de Alepo ha cambiado mucho en los últimos años. Durante los primeros dos años de la crisis siria, se había creado un callejón sin salida en Alepo, pero cuando Rusia comenzó hace un año la lucha contra el terrorismo, el equilibrio en el terreno cambió a favor de Damasco.
En el último año, las fuerzas gubernamentales y sus aliados han expulsado a los terroristas de varias zonas en Alepo y han asediado otras regiones controladas por los grupos armados. Actualmente, algunas zonas orientales de Alepo se encuentran bajo el control de Frente Fatah Al-Sham (el antiguo Frente Al-Nusra). La pérdida de control de las regiones controladas por Al-Qaeda en Alepo significa el fin de la guerra armada que libraron los terroristas contra el gobierno. Esos terroristas recibieron directa o indirectamente el apoyo de países occidentales, especialmente EEUU, y por eso esos países no escatiman ningún esfuerzo para evitar la derrota de los grupos armados.
Después de que los países occidentales se dieron cuenta de que no había ninguna opción militar para salvar a los grupos terroristas debido a la presencia militar poderosa de Irán y Rusia en Siria, el Occidente priorizó aumentar las presiones políticas y las propagandas contra Rusia y Siria. En este sentido, acusan a Moscú y Damasco de pretender eliminar a los rebeldes moderados y no Daesh y Al-Qaeda.
En respuesta, Rusia suspendió en varias ocasiones sus operaciones en Siria e instó a Washington a separar los llamados “rebeldes moderados” de los grupos terroristas. Sin embargo, EEUU no solo se abstuvo a cumplir con sus compromisos, sino que aprovechó la tregua para reforzar y armar a los terroristas.
Tres semanas después de la tregua unilateral declarada por Damasco y sus aliados en Alepo, se reanudaron hace días las operaciones para la liberación de Alepo y se reiniciaron los ataques aéreos y terrestres. Los observadores creen que los terroristas perderán dentro de poco tiempo las últimas regiones que controlan en Alepo. Staffan de Mistura lanzó su propuesta en tales condiciones, hecho que muestra la incapacidad de Occidente y la ONU ya que ambas partes están recurriendo a cualquier medida para evitar que el Ejército sirio recupere la segunda mayor ciudad del país y piden el establecimiento de una autonomía para un grupo que está incluido en la lista del terrorismo de los propios países occidentales.