Tres días fueron suficientes para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ofrezca garantías a la delegación nacional de Yemen para dar marcha atrás a su decisión de boicotear las negociaciones de paz sobre Yemen que se desarrollaban en Kuwait. Y fue así cuando la delegación yemení realizó el viernes las primeras sesiones de diálogos, bajo la supervisión del enviado de la ONU para Yemen, Ismail Ould Sheij Ahmed, con la delegación del ex presidente yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, que cuenta con el apoyo del régimen saudí.
Las garantías de la ONU, según afirma el ministro de Asuntos Exteriores de Kuwait, el jeque Sabah Al-Khaled Al-Sabah, fue una de las principales razones que convenció al movimiento popular yemení Ansaeolá y sus aliados acudir a estas negociaciones para que no se repitan escenarios de las rondas anteriores de conversaciones de Ginebra, Suiza, donde se llevaron a cabo las conversaciones mientras que el régimen Al Saud continuaba sus bombardeos y ataques contra el pueblo yemení.
Por lo tanto, con esta medida la delegación del Yemen buscaba presionar a las Naciones Unidas que impida a Arabia Saudí violar el cese del fuego en este país, que parece que aún no han logrado este objetivo cuando Riad está siguiendo sus ataques contra diferentes puntos de Yemen, dejando más muertos y heridos, lo que es una clara violación del alto el fuego, que da una suficiente excusa para salir de las negociaciones. Ould Sheij dijo que al menos 70 por ciento del alto el fuego fue respetado en Yemen. La medida yemení lanzó la pelota en el campo saudí, y suavizó la guerra mediática de Arabia Saudí que difundió muchas mentiras y acusaciones contra la delegación yemení.
Lejos de la agenda de las negociaciones que había sido un obstáculo frente a los diálogos de paz sobre Yemen debido a los intentos del enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Ould Sheij Ahmad, que fue criticado y condenado por la delegación yemení por su inclinación hacia las partes apoyadas por Arabia Saudí, debemos tener en cuenta los siguientes puntos:
1- A pesar del hecho de que el futuro político de Yemen se basa en las negociaciones de paz en Kuwait, pero la "hoja de ruta" no puede ser apartado de los escenarios que ocurrieron en el campo de batalla, hecho que consolidó la unidad del pueblo yemení, ya que las victorias en el campo de batalla fueron resultado de la resistencia popular de un país, con el que anteriormente, Riad lo trató como si fuera un patio trasero, y las conversaciones que se están desarrollando en Kuwait reflejan los logros de las fuerzas yemeníes.
2- Pese a los muchos puntos de contención en la lista de la agenda de negociaciones, hay muchas razones que obligarán a Arabia Saudí a aceptar la responsabilidad del inicio de su ofensiva contra Yemen, ya que cualquier escenario podría criminalizar a Arabia Saudí y le obligaría pagar indemnización al pueblo yemení, repitiendo así la experiencia del ex dictador iraquí, Saddam Hussein, con Kuwait. Arabia Saudí tratará de eludir cualquier artículo que hace referencia a la compensación a los yemeníes, por miedo a caer en un pantano económico del cual el pueblo yemení ganaría más de $ 100 mil millones.
3- La propaganda de los medios saudíes no tendrá éxito en ocultar los fracasos de más de un año y dos meses de la alianza árabe, dirigida por Riad, que le obligó a este régimen y sus aliados a sentarse a la mesa de diálogos, así como no va a lograr nada de la tregua anunciada en Yemen a pesar de contar con un comité de coordinación y expertos militares internacionales que le apoyan en su agresión contra Yemen, ya que el Ejército yemení y combatientes del movimiento popular Ansarolá se encuentran actualmente en alerta militar para responder cualquier violación saudí.
4- Sin duda como anunciaron medios de comunicación el camino a la paz en Yemen puede ser difícil, razón por la cual todas las partes participantes deben mostrar en las conversaciones su buena fe, y esto podría gastar mucho tiempo. Además, está previsto que la solución política desempeñe un rol importante en esta ronda de negociaciones a pesar de que el régimen saudí sigue con sus bombardeos contra Yemen, con el fin de encubrir su fracaso militar.
La delegación yemení demostró su inteligencia no solo en el campo de batalla sino en su llegada a las conversaciones de paz en Kuwait para definir el futuro de su propio país. Además, el movimiento Ansarolá y sus aliados mediante su participación en diálogos de paz en Kuwait buscan poner fin a los ataques saudíes contra el territorio yemení.