El líder del movimiento popular yemení Ansarolá, Abdulmalik al-Houthi, denunció la continuación de la agresión mortífera de Arabia Saudí contra Yemen y la calificó como genocidio.
En un discurso televisivo ofrecido el viernes con motivo del primer aniversario de la fracasada ofensiva saudí contra Yemen, Al-Houthi subrayó que las fuerzas saudíes y sus mercenarios han llegado a ese país para acabar con una generación.
Además aseveró que el régimen de Riad, apoyado por el Reino Unido y EEUU, ha cometido diversos crímenes contra el pueblo yemení y no conoce límites en la matanza de mujeres y niños y hace caso omiso a la voluntad popular de Yemen.
Al-Houthi añadió que el régimen de Al Saud y los mercenarios saudíes no respetan el concepto de vecindad ni el Islam y continúan sus agresiones contra Yemen bajo la influencia del eje Arabia Saudí-Israel-EEUU.
Al criticar el silencio del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) ante los ataques saudíes contra Yemen, el líder de Ansarolá lamentó que las cartas de las Naciones Unidas no se han elaborado para los oprimidos ya que solo sirven a los regímenes dictatoriales.
Al-Houthi consideró vergonzoso ese silencio al mismo tiempo que agradeció los apoyos de varios países al pueblo yemení que les proporcionan toda la ayuda posible.
De acuerdo con Al-Houthi, Riad atacó a Yemen con el objetivo primordial de destruir toda la región para que el régimen de Tel Aviv se convierta en una potencia sin igual en la región, lo que se enfrentó con la resistencia legítima de los yemeníes.
Arabia saudí inició los ataques bajo la excusa de servir a los yemeníes, sin embargo solo un gran número de civiles, incluido mujeres y niños, perdieron la vida como consecuencia de sus agresiones.
Hasta el momento, los ataques aéreos, navales, terrestres de Riad, iniciados el 26 de marzo de 2015, han dejado más de 32 mil víctimas, entre muertos y heridos, en su mayoría civiles y destruido 988 escuelas, 25 mezquitas y unos 40 monumentos históricos en Yemen.